Murió el actor Federico Luppi

Estaba internado en un sanatorio de la Fundación Favaloro. Tenía 81 años. Participó en decenas de películas, obras de teatro y en ficciones televisivas. En no pocos films fue protagonista destacado. Entre ellos _El romance del Aniceto y la Francisca_, _Plata dulce_ y en la antiperonista _No habrá más penas ni olvido_, entre otras.

Horacio Raúl Campos

Lomas de Zamora, octubre 20 (AUNO) – El actor Federico Luppi murió hoy a los 81 años en el sanatorio de la Fundación Favaloro, donde estaba internado a raíz de un accidente que tuvo en su domicilio.

El actor estaba internado desde hace una semana en ese centro asistencial porteño, porque el cuatro de abril último se había accidentado a raíz de que se había golpeado la cabeza contra una mesa de luz.

Ese golpe le generó un coágulo por lo que tuvo que ser operado, realizó una etapa de rehabilitación en otro centro médico, y desde hace algunos días debió ser internado en aquel sanatorio donde murió hoy a las 6:00.

Su extensa y destacada carrera en televisión y cine fue reconocida por el público y por la crítica que le otorgó premios por su participación en recordadas películas.

Con prestigio internacional, Luppi había cumplido 81 años el 23 de febrero pasado. Nació en la ciudad bonaerense de Ramallo, y participó en casi ochenta películas, aunque antes probó suerte con otros oficios: empleado bancario, vendedor de seguros y escultor.

Realidad y ficción

Un amplio número de películas protagonizadas por Luppi dan cuenta de la explotación laboral, el exilio, el amor, la solidaridad y las relaciones entre padres e hijos; y en otra sobre la última dictadura, la política económica de ese régimen y los enjuagues financieros contra la Argentina y de la industria del país, en particular.

Esas últimas historias básicas, de fuerte densidad social, cultural y política, están contenidas en la recordada y famosa película Plata dulce (1982). En este caso, bajo la dirección de Fernando Ayala.

Otra famosa película protagonizada por Luppi es la dirigida por el también recordado director Leonardo Favio: El romance del Aniceto y la Francisca, de 1966.

Se lo recuerda también por otras obras no menos famosas y en especial las dirigidas por Adolfo Aristarain: Tiempo de revancha (1981), Un lugar en el mundo (1992) y Lugares comunes (2002).

El director Héctor Olivera lo tuvo también con un papel principal en la película La Patagonia rebelde, de fuerte contenido social y político, prohibida por la dictadura cívico militar de 1976.

Luppi tuvo también un rol esencial en la triste y pésima película No habrá más penas ni olvido, de 1983, y también de Héctor Olivera. Este film formó parte de la campaña electoral del radicalismo de Raúl Alfonsín y estuvo/está dirigida contra el peronismo.

Entre la biografía de Luppi se destaca tristemente también la denuncia por violento y golpeador realizada públicamente por la actriz Hayddé Padilla, que fuera su pareja, y un juicio en Uruguay por no darle plata para alimentos a la madre de un hijo que tardó en reconocer después de un juicio.

Contra Macri

Luppi jamás se guardaba la opinión política sobre los gobiernos de la Argentina. Simpatizó con la gestión de Raúl Alfonsín, fue muy crítico contra los gobiernos menemistas de los noventa y expresó simpatías por las gestiones de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

Respecto del gobierno de Mauricio Macri, el actor dijo a Radio 10 en febrero de este año: “Macri no dañó a nadie porque hizo lo que siempre dijo. Sin embargo, lo votan. Tengo la amarga sensación de que en las legislativas van a ganar. Por lavar la culpa por un pecado más grande”.

Cuando le preguntaron en esa misma radio porteña qué le diría a Macri si lo encontrase en un bar, el actor aseguró: “Le pediría que se vaya. Ya no tiene una respuesta sensata, adulta y coherente para todo esto que ocurre”.

AUNO 20-10-17
HRC

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