Mujica: “Derrotados son sólo aquellos que dejan de luchar”

En medio de un gran fervor popular asumió en la Presidencia de Uruguay, José Mujica. Ante una multitud reunida en la Plaza Independencia de Montevideo, el dirigente del Frente Amplio recibió los atributos del mando de manos de Tabárez Vázquez.. Una periodista de AUNO estuvo en los actos de asunción.

“¡Y ya lo ve, y ya lo ve, somos gobierno, otra vez!”, coreaban los miles de manifestantes por la victoria de todo un pueblo, que se vistió de fiesta y exhibía alegría más allás de las formalidades, para celebrar la asunción de José Pepe Mujica en la Presidencia de la República Oriental del Uruguay.

Miles de personas desbordaron de regocijo Plaza Independencia con sus banderas uruguayas y del histórico centroizquierdista Frente Amplio para expresar la alegría, para celebrar, para demostrar la felicidad que sentían, ante el nuevo mandato de quien fuera militante de la agrupación guerrillera Tupamaros.

Ese fue el escenario para el histórico día, donde estuvieron Los Olimareños, junto con quienes cantaron el presidetne Mujica y su vicepresidente Danilo Astori, con sus respectivos familiares.

Otros que no se quisieron perder la fiesta frenteamplista fueron Daniel Viglietti, el dúo Larbanois Carrero y la murga Agarrate Catalina, que tomaron parte en el espectáculo.

Y entreverado entre invitados también estaba al ‘El Ruso’ Mauricio Rosencof, el autor de Las cartas que no llegaron, entre otros libros, quien junto a Mujica y a Eleuterio Fernández Huidobro compartieron varios años de cárcel durante la dictadura militar uruguaya.

Antes Mujica había emitido un discurso en el Parlamento, ante la presencia de los legisladores, ex presidentes uruguayos y jefes de Estado de casi toda Latinoamerica, entre ellos Evo Morales, Hugo Chávez, Alvaro Uribe, Inacio Lula Da Silva y Cristina Fernández, entre otros.

Allí aseguró para los uruguayos en primera instancia y para el mundo que es su deseo de bordar políticas de Estado para el país por medio de “un sistema de partidos, tan sabio y tan potente, que es capaz de generar túneles herméticos que atraviesan las distintos presidencias de los distintos partidos ,y que por allí, por esos túneles, corren intocadas las grandes líneas estratégicas de los grandes asuntos”.

En tanto, poco después de las cuatro de la tarde, ya en la Plaza Independencia, el llanto de militantes demostraba la esperanza de cientos de miles de uruguayos que esperaban emocionados la transmisión del mando presidencial, que pasó de Tabaré Vázquez a Mujica, ambos del Frente Amplio

Una vez sentados en el pequeño estrado realizado especialmente para la ocasión, Tabaré Vázquez y Mujica intercambiaban pequeños diálogos y algunas miradas cómplices como dos viejos amigos de militancia.

Las voces de patriotismo de miles de ciudadanos que rompieron el silencio de una tarde soleada, aguardaron expectantes la sucesión.

Al hacerle entrega de la banda presidencial, Tabaré Vázquez se despidió de Mujica acompañado por miles de aplausos por parte de todos los seguidores del Frente Amplio, adherentes anónimos y ciudadanos comunes, alternativas que fueron cubiertas por medio millar de periodistas acreditados de Uruguay y de países de Latinoamérica.

“Vázquez se fue con un 80 por ciento de aprobación por parte del pueblo y lo que era una despedida se transformó en fiesta popular”, explicaba una ferviente militante del Frente Amplio.

El monumento José Artigas se mostraba imponente en el centro de la plaza central: “Si la patria me llama, aquí estoy yo”, cantaban desde las columnas del Frente Amplio.

Jóvenes, adultos y familias festejaban que nuevamente el partido por el que tanto lucharon desde siempre llegaba nuevamente al ocupar el gobierno en Uruguay.

Miradas de satisfacción, aplausos constantes, el seguimiento de sus representantes impregnó el aire y el espíritu de la Plaza Independencia.

Ya sentado en el sillón presidencial, Mujica expresó: “Sé que tengo que pelear por la integración del país, por todos”.

Aquella frase hizo vibrar a todos los asistentes que ovacionaron la contundencia de la aseveración con sabor a promesa.

Con el mandato de Mujica se abre una nueva etapa para un país latinoamericano que como la Argentina aún posee las heridas abiertas de aquellos años oscuros de las dictaduras.

“Es una reividicación de lo que los militares quisieron destruir y no pudieron”, aseguró con euforia, entusiasmo y seguridad una mujer que sostenía una foto del general Liber Seregni, fundador del Frente Amplio en 1971.

“Derrotados son sólo aquellos que dejan de luchar”. Con esa frase Mujica finalizó la ceremonia acompañada de una gran fiesta popular como respuesta del pueblo.

AUNO 01-03-10
EBS-HRC

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