La denuncia por el presunto pago de coimas a funcionarios para la habilitación de locales comerciales fue el hecho más serio que debió afrontar la gestión del intendente justicialista de Lomas de Zamora, Jorge Omar Rossi, un episodio que luego se trasladó al Concejo Deliberante.
Las actividades políticas de Lomas de Zamora en este nuevo año no serán ajenas a las que ocurran a nivel provincial y nacional. En octubre se renovará la mitad de los diputados nacionales, de las legislaturas provinciales y los concejos deliberantes.
Los presuntos hechos de corrupción que fueron revelados por un informe periodístico difundido por América Noticias fueron el epicentro de los debates en el recinto, que concluyó en la aprobación por unanimidad de un proyecto que solicitaba un pedido de informe al Ejecutivo municipal con el propósito de ayudar a esclarecer el hecho, que con el correr de las semanas prácticamente quedó olvidado.
Por su parte, los concejales opositores pidieron la creación de una comisión investigadora integrada por representantes de todos los bloques del cuerpo y la separación de los cargos de todos los funcionarios mencionados en el informe, entre ellos el secretario de Gobierno, Martín Insaurralde, y el propio Rossi.
Las medidas tomadas frente a la crisis que atravesó el gabinete rossista sólo afectaron a funcionarios de segunda línea y en la separación de su cargo de la subsecretaria de Medio Ambiente, Mariel Sánchez, que apareció en la cámara oculta del informe.
Entre las contrariedades para la administración comunal, también figura el plantón de la presidente Cristina Fernández, que hace pocas semanas suspendió su visita a Lomas de Zamora a raíz de problemas de agenda, aunque también se mencionó al calor que se registraba en ese momento.
La voz de los vecinos
En tanto, los reclamos se hicieron escuchar apenas comenzado el año cuando vecinos de Lomas de Zamora reclamaron contra la instalación de una sucursal de la cadena de supermercados Coto en Banfield, luego de que el proyecto comercial fuese aprobado en una sesión extraordinaria realizada en febrero por el Concejo, que hizo una excepción en el Código de Planificación urbana municipal a favor de la empresa de hipermercados.
Las sospechas de presiones y otras ayudas cayeron nuevamente como un baldón sobre funcionarios e incluso en torno a integrantes del legislativo comunal.
Otro punto de la agenda del año que se va fue la venta de la reserva natural de Santa Catalina, tema que también llegó al debate de los concejales. Ocurre que el predio está catalogado como espacio verde y el destino parece inexorable: una empresa recolectora de residuos utilizará el lugar para depositar basura.
En ese sentido, organizaciones sociales, ambientalistas y vecinos de distintos barrios lomenses se movilizaron varias veces a la Municipalidad para rechazar el cambio de zonificación del lugar y exigir una solución ante la venta de Santa Catalina, pero sólo se consiguió que el Concejo Deliberante aprobase un proyecto de comunicación que pide la preservación de 30 hectáreas de la laguna de esa reserva.
Por su parte, algunos vecinos y el ingeniero agrónomo Alberto de Magistris, uno de los especialistas que encabeza el reclamo, sufrieron una golpiza por parte de una patota, que según los manifestantes, había sido enviada por el oficialismo.
Luego le llegó el turno al controvertido proyecto de baja de la edad para la imputabilidad penal, que fogonean funcionarios bonaerenses y otros sectores. En una de las últimas sesiones del año, el debate en el recinto giro en torno a ese tema. El Concejo envió la propuesta a comisión, que se tratará el próximo año.
Los juegos de alianzas
En el año que se fue también hubo por demás condimentos políticos y preparativos para las elecciones de octubre próximo. Por ejemplo, se verificó el distanciamiento entre el diputado nacional del justicialismo disidente Francisco De Narváez y el diputado bonaerense y presidente del PRO provincial, Jorge Macri.
El hecho se reflejó en varios distritos del conurbano, como en Lomas, donde nacieron dos bloques opositores: el PRO encabezado por el edil Carlos Fiorentino y el interbloque Unión Lomense que integran Pablo Portell, Sebastián Leporace, Ricardo Mattiuzi y los concejales de Progreso Social Eduardo Amalvy y Diego Cordera y a Luis Ajmechet del bloque Peronismo Federal que se sumaron a esa fuerza en los últimos meses.
En tanto, en consonancia con el alejamiento de Libres del Sur del kichnerismo nacional, en el plano local el concejal Claudio Morell dejó la bancada del Frente para la Victoria (FpV) para formar el bloque unipersonal de ese movimiento.
El oficialismo y los grupos opositores midieron sus fuerzas cuando se trató el presupuesto 2009 que consta de unos 304 millones de pesos y facultades especiales para que el intendente pueda pasar fondos de unas partidas a otras sin pasar por el Concejo Deliberante (superpoderes).
Esa medida fue respaldada por dos tercios del cuerpo, contra ocho concejales que se opusieron: cuatro de Unión Lomense, dos de la Coalición Cívica, uno de Libres del Sur y otro del Progreso Social.
Las nuevas alianzas muestran un panorama distinto al del comienzo del 2008, con la formación de un bloque opositor de seis concejales y otros cuatro ediles no oficialistas, que podrían poner en aprietos al oficialismo, aunque aún posee representantes como para imponer cualquier iniciativa.
AUNO 31-12-08
SAM-HRC
