Garrafa social: descenso de temperatura y aumento de precio

Una asociación de defensa del consumidor denunció que no se respeta el precio de la garrafa social y que su costo subió un 38 por ciento. El motivo, argumentan, es la falta de control a las empresas distribuidoras. La ausencia de información de los vecinos es la herramienta que lo permite. Lo mismo ocurre en Lomas de Zamora.

En Esteban Echeverría, nuevamente se produjo un aumento del 38 por ciento en el precio de la garrafa social debido a que las empresas distribuidoras “no tienen límites ni un ente que las controle” a la hora de fijar el valor del producto para el consumidor final, según denunció la asociación de Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco).

La coordinadora de Deuco local, Yolanda Muñoz, puntualizó a AUNO que el precio debería ser de 18 pesos pero que se comercializa a 25, aunque en el caso de una de las empresas de mayor distribución nacional, como YPF, oscila entre los 26 y 27 pesos.

La garrafa social está pensada para ser distribuida en los sectores de bajos ingresos en el marco de un programa nacional que, desde el 2003, prevé 600 puntos de venta del producto a un precio menor que el que se comercializa al resto de la población.

“Todos los inviernos los pobres son los que más pagan”, sentenció la coordinada. La falta de información de las personas funciona, según Muñoz, como uno de los elementos principales que evitan la denuncia ante incrementos de este tipo, además de la ausencia de variedad en la oferta que les permita elegir distintos precios.

La crítica de la entidad se extendió a la forma de distribución de que no es llevada a domicilio sino que se vende en puntos específicos, por lo que si una persona vive lejos de ese lugar “está obligada tomar un remis para ir a buscarla”, de manera que el gasto final para las familias se incrementa.

La mezcla de gas en un envase de 10 kilogramos cuesta 8 pesos, según estimó la referente de Deuco. Por lo tanto, la venta a 18 dejaría un margen de ganancia para la cadena de comercialización en la que intervienen las empresas productoras, por lo que en su criterio “no es necesario que el Estado las subvencione”, tal como lo hace.

La asociación se comprometió a hacer las gestiones necesarias frente a las empresas que funcionan como primer escalón en la producción y el fraccionamiento de gas licuado para distribuir la garrafa social al precio que, sostiene, debería mantenerse.

Para ello, es preciso que “los vecinos se organicen” porque la metodología a utilizar sería la de un camión que recorriera los barrios para llegar al consumidor final sin pasar por las manos de las empresas distribuidoras.

El aumento de precio también es una realidad en Lomas de Zamora: una de las empresas que distribuyen el producto en ese distrito confirmó a esta agencia que una garrafa de 10 kilos se comercializa al público a 33 pesos, mientras que “la verde” o “social” se vende a 22.

Consultada por la diferencia entre ambos productos, la firma precisó que la primera sólo se distribuye en puntos particulares de venta a los que deben acceder los interesados con documento de identidad —tal como lo requiere el plan— para evitar proveer más de una por familia. La segunda, en cambio, puede ser llevada a domicilio y colocada por expertos de la firma.

Ante esta situación, no son pocas las organizaciones sociales que reclaman abiertamente una disminución de los precios del combustible; de hecho, el pasado martes 17 se realizó una manifestación en la Plaza Grigera para plantear ese reclamo ante los funcionarios municipales.

Daniel Luna, uno de los miembros de la Mesa Coordinadora de Comedores Populares lomense, coincidió con que el valor de la garrafa social ronda los 20 pesos, aunque el precio que respondería a las “necesidades de los trabajadores no debería superar los 10”. Además, consideró que hay una “desorganización constante” de los centros de venta porque ya no se respetan ni se difunden los puntos establecidos.

MNL-AFD
AUNO-20-06-08
locales@auno.org.ar

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