Franco Martínez: encontraron muerto al joven desaparecido en Lomas de Zamora

Su familia descarta la hipótesis de suicidio y pide que se investigue el hecho como homicidio. Antes de que se encontrara el cuerpo en la Reserva Ecológica dos de sus hermanos habían conversado con AUNO por las irregularidades en la investigación.

El cuerpo de Franco Daniel Martínez, el joven de 21 años desaparecido en Villa Albertina el 23 de julio, fue hallado colgado en la Reserva Ecológica Costanera Sur. Su familia denunció en un comunicado que la Fiscalía N°11 de la Ciudad de Buenos Aires quiere cerrar la causa bajo la carátula de suicidio y cremar el cuerpo. Piden una investigación “seria” con la carátula de homicidio.

Los familiares de Franco identificaron su cuerpo a través de sus pertenencias este sábado por la madrugada, pero la Policía lo había encontrado el jueves con su DNI en un bolsillo. 

La Fiscalía N°16 de Lomas de Zamora –originalmente a cargo de la investigación– había determinado que Franco no era una persona con tendencias suicidas, mediante una autopsia psicológica. “Nunca había estado en la Reserva Ecológica. El lugar es actualmente inaccesible para el público por las restricciones por la pandemia de Covid-19“, señalan sus hermanos, que pidieron sin éxito acceso a las cámaras del predio.

Denuncian que el fiscal quiere cerrar la causa abierta en la Ciudad de Buenos Aires bajo la carátula de suicidio y cremar el cuerpo. Exigen una investigación “en serio” y calificaron de “inaceptable” que la fiscalía se niegue a hablar con ellos e instruyeron a su abogado, Alejandro César Biondini, a pedir un cambio de carátula a “homicidio”.

Desde el comienzo de la investigación insistían en cambiar la carátula de la causa abierta en Lomas de “búsqueda de paradero” a “ilícito”, pero la fiscal Marcela Juan, a cargo del caso, no lo autorizó porque presumía que Franco estaba con vida y eso implicaba asumir que no lo estaba.

Antes de que su hermano fuera encontrado muerto, Lisette Martínez explicó a AUNO que era “necesario hacer el cambio de carátula” para que se adoptaran medidas específicas en la búsqueda y para que intervinieran la Policía Federal y/o la de la Ciudad de Buenos Aires. 

ÚLTIMOS HALLAZGOS

Los investigadores descubrieron que Franco había sacado dos permisos de circulación el día de su desaparición: uno para viajar a una clínica de Capital Federal y otro para visitar a su hermana en Almirante Brown, y que efectivamente tomó un colectivo con destino a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“No entendemos por qué nos avisaron (de estos datos) recién a los 22 días de la desaparición cuando es algo bastante básico pensar en que lo primero que hace una persona es sacar un permiso y viajar con su tarjeta”, sentenció Lisette en relación al enojo de la familia por los tiempos de la investigación.

El fiscal general, Carlos Baccini, los recibió la semana pasada para informarles sobre esos descubrimientos luego de que familiares y vecinos se manifestaran en la puerta de la fiscalía. Además les comunicó la intervención de un instructor judicial especialista en paraderos.

El 23 de julio Franco le dijo a su familia que iría a la casa de un amigo pero nunca llegó al destino anunciado. Con las cámaras de Lomas de Zamora, corroboraron que el colectivo que él tomó coincide con el informado por SUBE. Pero cuando la familia preguntó por él en la clínica que figuraba en el permiso no aparecía como paciente internado ni atendido.

RECURSOS INSUFICIENTES Y DEMORAS ILÓGICAS

En relación a la geolocalización a través del celular de Franco, la fiscalía le afirmó a la familia que no podían hacer nada debido a tres motivos: la baja actividad de Franco en redes sociales, el poco uso del celular ya que era nuevo y el prepago que realizaba con tarjeta. 

Sin embargo, Lisette destacó que desde el 24 de julio luego de tres tonos atendía el contestador y que si hubiera estado apagado atendería directamente el contestador. Tanto ella, como su hermano Jonathan González coinciden en que los recursos para hacer un seguimiento de su hermano resultaron insuficientes.

El rastrillaje en busca de Franco fue realizado el 1° de agosto, una semana después de que la familia hiciera la denuncia de su desaparición en la comisaría 10° de Ingeniero Budge, tras esperar las 48 horas correspondientes.

La Policía justificó su tardanza operativa con el retraso de las órdenes de la fiscalía y la fiscalía se excusó con que la cuarentena y el trabajo desde casa retrasan los oficios que autorizan las actividades de investigación. Lisette calificó de “ilógica” esa demora.

Jonathan también había contemplado como “una posibilidad más” solicitar la intervención de otras fuerzas “con más recursos”, como la Policía Federal y/o la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.

Las autoridades municipales habían puesto un móvil a disposición de la familia para repartir volantes en localidades de otros partidos y difundir los datos de la búsqueda. El hermano de Franco resaltó que el personal del Centro de Protección Urbana estaba cooperando “muchísimo”, al igual que los vecinos.

PEDIDOS A FUNCIONARIOS

Jonathan había conversado con el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, y con el jefe de la Policía Bonaerense, Daniel García. El ministro le había pedido a García que le brindara a la familia de Franco todo lo necesario para continuar la búsqueda.

Tras el giro de la búsqueda hacia Capital Federal, Lisette había enviado una carta al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a través de un allegado para solicitar que los ayude a “agilizar un poco el proceso de búsqueda”.

AUNO-22-08-2020
MLH-MDY

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