En La Matanza los problemas barriales tienen respuesta

En uno de los partidos más relegados del conurbano bonaerense, una asociación de trabajadores sociales asesora y acompaña a los vecinos en sus reclamos frente a las autoridades para que puedan defender sus derechos. Ya lograron que el municipio se haga cargo de reparar la red cloacal del barrio José Ingenierios y que un edificio desocupado sea utilizado para instalar a un centro de salud.

Un alumbrado público que no existe, deficiencias en la red cloacal, carencia de centros de salud. Para los vecinos de La Matanza, el abanico de problemas es amplio. Pero muchas veces sus reclamos terminan languideciendo en los cajones de las delegaciones municipales. En este contexto, la Asociación Civil Poder Popular desarrolla su trabajo junto a los vecinos de Ciudad Evita, en el Barrio José Ingenieros. Según afirma Sergio Orona, vocero de la entidad, “apuntamos a que sepan que tienen derechos y que hay herramientas para defenderlos. Esto no es un tema universitario, es algo de barrio. Nosotros no somos todos académicos: el conocimiento que tenemos surge a partir de la práctica”, define.

El trabajo de la Asociación arranca cuando los invitan a un barrio. Quienes están interesados en buscar soluciones se encargan de convocar a otros vecinos y juntos discuten las dificultades que tienen en común. Por ejemplo, “si hay problemas con el asfalto o en el área de la salud, o si hace falta una escuela para adultos”, enumera Orona. El segundo paso es evaluar –entre los inconvenientes detectados- cuáles serán las prioridades a la hora de encarar gestiones ante las autoridades municipales.

Una vez definidos esos aspectos, comienzan a cumplir con los requerimientos más elementales. “Primero preparamos el diseño de una nota. Los vecinos juntan firmas y hacemos una petición en conjunto, que se entrega en la delegación municipal o en la secretaría que corresponda”, refiere Orona. Para canalizar el reclamo utilizan herramientas como la ordenanza general 267/1980, que establece los procedimientos administrativos en el ámbito municipal. Al mismo tiempo, se procura informar a la mayor parte de los pobladores del lugar. La difusión se concreta por medio de la entrega de volantes en la calle o con la instalación de mesas, también en la vía pública.

Orona destaca que el trabajo no se termina con la entrega de peticiones, “porque después hay que hacer un seguimiento de la gestión emprendida”, que también se realiza junto a los vecinos.

Así enunciado, el camino parece sencillo. Sin embargo, uno de los principales escollos a las demandas colectivas es que por lo general los vecinos “no saben cómo abordar los problemas. Nosotros vamos, explicamos qué es lo que hacemos desde los conceptos básicos y avanzamos juntos”, explica Orona. También señala que estas acciones “no son menores. Hay personas que no saben en qué localidad está ubicada su barrio. Pero en un tiempo dado lo aprenderán, y después van a saber otro tipo de cosas”, se entusiasma.

De este modo, procuran evitar lo que muchas veces ocurre con los reclamos de los pobladores. “Van a la delegación municipal a pedir un alumbrado y les dicen ‘No hay problema, mañana va el delegado’. Todo se hace de manera informal y mal aplicado”. También es frecuente que los vecinos terminen yendo de una dependencia municipal a la otra, lo que sumado a la poca confianza de los pobladores en las autoridades políticas no ayuda a movilizar los mecanismos de participación.

La Asociación nació en marzo de 2004 y está formada por 25 personas, entre integrantes de la Comisión Directiva y voluntarios. “Cada uno de los integrantes que nos juntamos estuvimos trabajando siempre en el campo social, pero de manera individual. Sí entendíamos que solamente podíamos producir un tipo de cambio si nos reuníamos”, expresa Orona. La primera experiencia fue una prueba piloto en el barrio 22 de enero, “con una calle que se inundaba siempre, Las Clavelinas”. Les pidieron a los vecinos que estuvieran presentes en un lugar determinado y les plantearon la propuesta de trabajo. “Y fue exitoso, porque la convocatoria fue importante. Es que siempre hay un amigo o vecino que tiene más o menos la misma problemática”.

En el barrio José Ingenieros, de Ciudad Evita, el problema que desvela hoy a los habitantes es una red cloacal que no cuenta con tareas de mantenimiento desde hace décadas. A principios de diciembre, los vecinos presentaron un petitorio con más de 1500 firmas para reclamar a las autoridades que tomen las medidas adecuadas frente al mal estado de la red. Y a fines de ese mismo mes, el Concejo Deliberante de La Matanza aprobó una ordenanza para que las refacciones se pongan en marcha.

La mayor parte de las personas que se acercan a los encuentros que organiza la entidad son mujeres. También hubo amplia respuesta a la convocatoria por parte de los vecinos mayores. “Por lo general los vecinos están preocupados en el día a día, y las otras cuestiones pasan a un segundo plano”. Aunque esas “otras cuestiones” sean tan fundamentales como el acceso a la salud. Por ejemplo en Villa Giardino localidad de Laferrere “existía un edificio que iba a tener un determinado destino y no se dio”. Un sereno custodiaba por las noches el lugar, a fin de evitar que sea tomado. El año pasado, los vecinos propusieron que el edificio se destinara a una sala de salud, y lo lograron. “Y en diciembre iniciamos una gestión para que se amplíen los servicios que se brindan allí, porque los números que se entregan para la atención no alcanzan”.

Por estos días, los miembros de la entidad están ocupados en organizar su primer taller de Técnicas de Incidencia sobre las Políticas Públicas. Mientras tanto, inauguran su tercer año de trabajo con la vista puesta en las cosas que resta lograr. Más allá de los contactos con la ONG Poder Ciudadano, en la entidad proyectan vincularse con otras organizaciones para trabajar en red. Y celebran los frutos del trabajo hasta ahora, con la premisa de que “nosotros somos sólo una parte de los logros”.
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Cómo comunicarse:
Asociación Poder Popular: acpoderpopular@yahoo.com.ar
Teléfono: 4487-1950.

Un comentario en «En La Matanza los problemas barriales tienen respuesta»

  • gloria flores dice:

    Sr hace años que venimos haciendo reclamos, por que vivimos en el barro, ahora que llueve cada dia y esta zona de calle Garmendia 5956 y Riglos, es por el kilometro 29 al fondo.
    Tenemos nuestra escritura ,nuestra casa es adquirida de buena ley y pagamos Arba y Tasas de servicios.
    hice reclamos a intendencia zonales y algo pude obtener ya que no habia alumbrado publico, pero los sensores no funcionan, prenden cuando quieren.
    Somos adultos mayores penzamos que venirnos a vivir era la tranquilidad pero ha sido un martirio.
    gracias

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