El Pozo de Banfield pasará a organismos de derechos humanos

Frente al ex centro de detención clandestina que funcionó durante la última dictadura militar se congregaron manifestantes de la Multisectorial y luego de agrupaciones de diversos orígenes durante el acto oficial. El lugar será administrado por organismos de derechos humanos.

Cerca de un millar de personas asistieron al acto oficial que conmemoró los 30 años de lo que se denominó “La noche de los lápices”. La jornada recordatoria tuvo lugar en el Pozo de Banfield, un centro de detención clandestina que funcionó durante la dictadura.
El acto representó el traslado oficial del ex centro clandestino a los organismos de Derechos Humanos para que se trasforme en un espacio que reviva la memoria.
Por su parte, sectores y movimientos de base agrupados en la multisetorial “Chau Pozo” acamparon el viernes por la noche frente al centro clandestino de detención y tortura.
A las 15 del sábado se retiraron luego de realizar un acto en el que manifestaron su disconformidad con el acto oficial al que se suponía que vendría el gobernador Felipe Solá.
Durante el acampe se proyectó una película de un grupo de documentalistas sobre los “carreros” y de cómo estos se agrupan en cooperativas y otras entidades de carácter gremial. Película que dio cuenta de las contradicciones de estos tiempos.
A las 16 llegó al “Pozo” un camión repleto de tablones y de caños para armar el escenario del oficialismo. En cuestión de un par de horas se había montado toda la infraestructura y se había colmado de gente agrupada en los movimientos: Evita, Libres del Sur, transversales, y la JP.
La apertura fue realizada por la diputada provincial Laura Berardo. Se encontraban en el escenario el titular del bloque de diputados provinciales del Frente para la Victoria, Fernando Navarro; el titular de la cartera provincial de Derechos Humanos; madres y abuelas de Plaza de Mayo y la mayoría de los consejales oficialistas lomenses.
“Hay que darles gracias a las Madres que mantuvieron viva la llama de la lucha de los compañeros y compañeras que desaparecieron”, afirmó Berardo .
Las banderas con el rostro de una Evita sonriente flameaban y brindaban un contexto emotivo al acto que contrastaba con aquel edificio que albergó a víctimas y victimarios.
El Pozo de Banfield funcionó hasta el advenimiento de la democracia, pero siguió funcionando como dependencia de la policía de la Provincia de Buenos Aires hasta hace algunas semanas. Ahora el lugar, va a pasar a manos de organismos de derechos humanos, según el decreto firmado el 16 de agosto último por el gobernador Solá.
En ese sentido, la multisectorial “Chau Pozo” que alberga a las agrupaciones izquierdistas que vienen luchando desde hace unos diez años, no comparten la postura del Gobierno provincial que “lo quiere transformar en un museo de la memoria y no en un centro de actividades en manos de los luchadores”, señaló un referente de la agrupación.
El acto de la multisectorial lo cerró el titular del Suteba de Lomas de Zamora , Pedro Ponce, quien el día anterior había encabezado una marcha con otros sectores de gremios docentes en oposición a la nueva ley de educación.

dv-hrc

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