El día que Adrogué se tiñó de celeste, rojo y negro

Los hinchas y los vecinos de la localidad del Sur del Conurbano bonaerense salieron a las calles para festejar el ascenso del club a la Primera B Nacional. Con cánticos y banderas celebraron la epopeya de un equipo que hizo historia.

Belén Escobar

Lomas de Zamora, junio 22 (AUNO).- “Ponga huevo y vaya al frente/ que este año le ganamos a Independiente”… Era el canto que se escuchó una y otra vez en las principales calles de Adrogué. Los hinchas de Brown coparon el centro de la localidad, tan sólo minutos después de que el equipo sellara el ascenso a la Primera B Nacional, por primera vez en su historia.

Los colores celeste, negro y rojo tiñeron el paisaje de una ciudad que acompañó el máximo logro alcanzado por su club más popular, que derrotó a Almagro en una emocionante definición por penales.

La esquina de Esteban Adrogué y Macías fue el punto del encuentro espontáneo de los simpatizantes del equipo dirigido por Pablo Vicó.

Bocinazos y silbatos sonaban en las tranquilas calles arboladas. Poco a poco, llegaban pequeños grupos de personas que cantaban y saltaban al ritmo de los típicos bombos y redoblantes, infaltables en el fútbol argentino.

El bullicio alborotaba a aquellos que estaban tomando un café en una pintoresca y tradicional confitería, ubicada en el centro, que terminó embanderada por colores de ‘El Trico’.

Cada vez eran más los que se acercaban a festejar. Los hinchas que estaban en la cancha de Brown, ubicada a unas quince cuadras, se sumaron a los que estaban en esa esquina, que en pocos minutos se llenó de fervor. Niños, mujeres y familias enteras formaban parte de una celebración histórica en el barrio.

Un trapo tricolor, que medía aproximadamente cien metros, se desplegó y tapó a los fanáticos que a pesar de las horas, seguían cantando con el mismo entusiasmo con el que llegaron.

Algunos audaces se subieron a los techos de los comercios y desde la altura agitaron sus banderas. Fue entonces, cuando los empleados de los bares guardaron las mesas ubicadas en las veredas, repletas de vecinos e hinchas.

El sol se escondía, pero el atardecer de Adrogué se iluminó con un camión de bomberos que llegaba a lo lejos. Arriba de la autobomba se encontraban los jugadores, gestores de la hazaña lograda en Villa Raffo, donde Brown se consagró como un equipo de la B Nacional.

Comenzaron las corridas de los hinchas para recibir al equipo que con perfil bajo, y un arduo labor, hizo historia en esa jornada.

En tan sólo unos segundos, el vehículo cargaba a decenas de personas que subieron para saludar a los héroes de la tarde.

Los reconocimientos para el conjunto y su técnico se hacían oír, pero quien tuvo una especial ovación fue el arquero Pablo Burtovoy, que atajó dos penales en la reñida final contra Almagro, y había tapado tres remates en la semi, contra Platense.

El escritor Jorge Luis Borges y el dibujante Caloi fueron parte importante la historia de Adrogué. Ahora, son muchos los vecinos e hinchas que sienten que estos jugadores conducidos por Vicó se ganaron un lugar en ese mismo pedestal que ocupan esos dos grandes artistas. Futbolistas que se metieron en el acervo de una ciudad. No es poco.

AUNO-22-06-13
MBE-LDC

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