Depósitos de gas: denuncias y falta de regulación

Hace un mes, un depósito de garrafas de Lomas se incendió y sacó de sus casas a casi un centenar de vecinos. Algo similar ocurrió la semana pasada con otro de Malvinas Argentinas. ¿Cuáles son los riesgos de que esas empresas estén instaladas en medio de un barrio y con casas linderas? Una asociación de consumidores denunció que la mayoría son “clandestinos”. Hay denuncias sobre irregularidades en los envases.

Lomas de Zamora, noviembre 8 (AUNO).- Los depósitos de gas licuado envasado en Lomas de Zamora comenzaron a dar qué hablar. Hace pocas semanas un incendio en Ingeniero Budge destrozó una planta de una de las distribuidoras más importantes de zona sur y, pese a que no hubo heridos, la ubicación en zonas urbanas de cualquiera de estos lugares pone en alerta a la población. No se sabe exactamente cuántos hay debido a que, según un empresario del rubro, el 90 por ciento de los establecimientos no tendrían sus papeles en regla. Además, existen denuncias sobre el mal estado de las garrafas y falta de inspecciones.

En Recondo y Camino Negro, Ingeniero Bugde, la madrugada del 4 de octubre un depósito de garrafas de la empresa Gas 10 se incendió y quedó completamente destrozado luego de que las llamas llegaran a tener 20 metros de altura.

No hubo víctimas graves, heridos ni viviendas afectadas, pero los vecinos no sabían hasta dónde podían llegar las consecuencias. El barrio se quedó sin luz y las personas de hasta dos cuadras a la redonda, vestidas con ropa de cama y en la calle tomaron algunas pertenencias, empacaron y se fueron. Nadie sabía qué pasaría. Y ése es el principal miedo que hay en los lugares en donde están instalados los depósitos de garrafas.

El domingo de la semana antepasada, un escenario similar vivieron los vecinos de la localidad de Malvinas Argentinas, en Tortuguitas. Un depósito de a empresa Total Gas se incendió y llevó cuatro horas aplacar el fuego. Allí tampoco hubo víctimas, pero los habitantes habían solicitado el traslado del predio y convocaron a una marcha para que su reclamo fuera escuchado.

El problema principal se encuentra en la cantidad de lugares habilitados para depositar garrafas: “Casi todos los depósitos de la zona están (instalados) irregularmente”, denunció ante AUNO Osvaldo Bassano, titular de la Asociación de Defensa de los Derechos de Usuarios y Consumidores (ADDUC). Y, en consonancia con esas declaraciones el apoderado de la empresa incendiada Gas 10, Oscar Trigo, sostuvo que los “depósitos de gas habilitados en Lomas de Zamora no llegan al 10 por ciento de los que están funcionando”. Trigo aseguró que esa planta contaba con las habilitaciones correspondientes, pero esta agencia no pudo constatarlas con ninguna documentación.

Parte de esta información se corresponde con los registros obtenidos por a Secretaría de Energía de la Nación durante el invierno pasado. Dentro de doce municipios bonaerenses, “no respetaban las reglamentaciones vigentes” el 60,86 por ciento de los establecimientos que vendían garrafas sociales.

Otra arista es que Bassano indicó que durante el invierno pasado el 30 por ciento de las denuncias registradas en las filiales de Cuartel IV y Llavallol fueron respecto del mal estado de las garrafas: “Válvulas en malas condiciones o envases vencidos”, cuando las medidas de control están registradas por una dependencia municipal y la Secretaría Energía de la Nación.

La resolución nacional 709/2004 es la que regula ese tipo de establecimientos en todo el país. Y según determinaron los empresarios “así estés en el medio del desierto las medidas (de seguridad) son las mismas”, sin tener en cuenta si los alrededores están urbanizados o no, lo que representa un drama para quienes viven en zonas con depósitos cercanos.

En ese sentido, Oscar Medina, encargado operativo de Gas 10, comparó la situación con otro de los establecimientos con que cuenta esa empresa y en donde “antes no había nada, era campo, pero después se urbanizó. Eso va a pasar en todos lados”.

En el artículo 1 de la resolución consta la “responsabilidad civil, comercial, administrativa y penal” que las empresas deben asumir y, en el resto, las medidas de seguridad con las que deben contar en cuanto a electricidad, grosor de las paredes (30 centímetros), sistemas antiexplosivos, cantidad y ubicación de los matafuegos, entre otras cuestiones.

También, señala en sus considerandos que queda sujeto a los municipios “dictar sus propias normativas locales en materia de seguridad, higiene, zonificación y uso de suelos”, además de la inspección de los mismos. Pero, respecto del tema, Trigo, en voz baja admitió que “se reciben inspecciones esporádicas”.

“Hay muchos depósitos que en el verano cierran y después empiezan a aparecer en el invierno, por eso es que hay tantos accidentes”, reveló Bassano e insistió en el reclamo que hacen desde su asociación que apunta a que “Estado salga en el verano a clausurarlos e incautar las garrafas”.

Para tener más información al respecto, esta agencia intentó contactarse en reiteradas oportunidades y por diversos medios con algún funcionario municipal que supiera explicar cuáles son las medidas específicas que solicitan y con qué frecuencia se llevan a cabo las inspecciones, pero no hubo respuesta alguna.

Por otra parte, el titular de ADDUC, marcó que una de las irregularidades que puede llegar a ser causante de un incendio es la falta de control sobre los envases de gas.

En tanto, en la empresa Gas 10, pese a que aún no cuentan con los resultados de las pericias que están realizando en simultáneo los Bomberos de la provincia de La Plata, un perito de parte de la empresa y otro de la aseguradora, la principal hipótesis que barajó ante AUNO el apoderado es que habría sido “por un cortocircuito en uno de los automotores que se encontraban en el estacionamiento”. Y se jactó de que a pesar de la magnitud del incendio “no hubo ningún tercero afectado”.

Su compañero Medina explicó que el inconveniente habría sido en el sistema de alarma satelital del transporte, que “es independiente al sistema eléctrico de los autos, que cuenta con cortacorriente”. No obstante, no descartaron otras opciones como un “posible atentado, un boicot de parte de algún trabajador o ex empleado o de parte de algún depósito clandestino”.

IL-AFD
AUNO-08-11-10

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