Coronavirus y hambre: las dos pandemias de los barrios populares

Las organizaciones sociales son un actor fundamental en la detección de focos de contagio. Los testeos masivos y una mejor atención a los vecinos aislados son algunos de los reclamos de los referentes.

Por Melanie Berardi y Juan Pollio

Fotos: prensa Municipalidad de Almirante Brown

Lomas de Zamora, junio 14 (2020).- El cénit de la pandemia está en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La falta de alimentos, los escasos testeos y la insuficiente asistencia médica azotan con fuerza a los barrios al sur del conurbano. En esos territorios, las organizaciones sociales consolidan su rol como la “pata más importante” para la detección de casos y la única ayuda contra el hambre y el coronavirus. Problemáticas a las que el Estado no responde por sí solo.

Focos de contagio

Casa por casa, golpeando puerta a puerta, transmitiendo información y dando calma para que el personal sanitario llegue con los “mamelucos” puestos y pueda desarrollar su tarea. Así trabajan estas organizaciones sociales, en articulación con funcionarios provinciales y municipales, para prevenir la expansión del coronavirus en barrios populares del AMBA.

Es que los vecinos cuando “ven bajar a los del Ministerio de Salud, piensan ‘uh, estamos todos infectados’”, contó a AUNO Mauro Monopoli, integrante del Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE), quien desarrolla sus actividades en los barrios más humildes de Lanús y Lomas de Zamora. Esos territorios populares, 1.700 en la Provincia –mil situados en el Conurbano– representan el mayor riesgo de contagio. Esto es porque más de la mitad de su población no tiene acceso a servicios básicos, como agua corriente, energía eléctrica ni red de cloacas.

Según el último Boletín Epidemiológico de la semana 23, publicado el 30 de mayo por el Ministerio de Salud bonaerense, del total de 5.714 casos confirmados, 1.497 corresponden a residentes de barrios populares. Es decir, uno de cada cuatro infectados. No hay cifras actualizadas de la semana 24, aunque fuentes oficiales adelantaron a AUNO que un nuevo informe está en desarrollo.

Las villas miseria en la Capital Federal, con 6.162 positivos y 63 muertos confirmados este domingo, alertaron sobre qué podía suceder en los barrios populares al otro lado del Riachuelo. Villa Azul fue el primer foco importante con más de 300 casos positivos en un asentamiento fuera de la Ciudad. Con su “aislamiento focalizado” compuesto por un cerco sanitario y policial, evidenció la necesidad de operativos de prevención y testeo a gran escala en los territorios más carenciados de la Provincia.

De acuerdo a la titular del área de Gestión de Información del Ministerio de Salud bonaerense, Leticia Ceriani, la búsqueda activa de casos en las zonas más pobres “no es una cosa que se puede hacer una vez, porque el virus se va moviendo: puede ser que hoy no haya casos y en una semana sí”. Sin embargo, las organizaciones sociales denunciaron la ausencia de testeos suficientes: “viene muy lento y con pocos recursos”.

Las organizaciones en el sistema de alarmas

Los primeros casos positivos en Lanús los detectaron las organizaciones sociales. Lo aseguró a AUNO Esteban Marcioni, integrante del Frente Popular Darío Santillán (FPDS), quien forma parte del comité de emergencia que coordina estrategias de acción con los gobiernos municipal y provincial y otras organizaciones sociales. Ese comité fue creado por la gestión de Axel Kicillof, al inicio del Aislamiento Social Obligatorio y Preventivo (ASOP), el pasado 20 de marzo.

Las agrupaciones son “una pata importante del sistema de alarmas” para las políticas contra el coronavirus. Tal como explicó a AUNO Ceriani: “Muchas veces son las que empiezan a decir ‘mirá que acá está pasando algo’”.

Este sistema de alarmas, detalló la funcionaria bonaerense, es una estrategia de monitoreo organizada en tres pilares: la cantidad de contagios en cada municipio y su tasa de duplicación; el aumento de llamados dentro de cada intendencia al 148, la línea de atención a personas con síntomas compatibles a los de la Covid-19; y las advertencias de las organizaciones sociales.

La región sanitaria más afectada por los contagios de coronavirus es la RSVI, compuesta por Avellaneda, Almirante Brown, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, Lomas de Zamora, Quilmes y Lanús. Tienen 2.175 casos, con una tasa de incidencia de 51,7 cada 100 mil habitantes, según informó el mencionado Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud bonaerense. 

Este domingo, el último reporte de la cartera sanitaria provincial contabilizaba 511 casos positivos, 11 muertos y 96 recuperados en Almirante Brown; 268 contagios, 2 fallecidos y 81 curados en Esteban Echeverría; y 654 contagios, 8 fallecidos y 79 altas en Lanús. En Lomas de Zamora, en tanto, registraba 635 positivos, 15 víctimas fatales y 79 curados; y 240 casos, 3 muertos y 81 altas en Ezeiza. 

Los referentes barriales, junto a las agrupaciones, son los responsables de compartir información “acorde a la que transmite el Ministerio de Salud”, además de “transmitir tranquilidad” durante las detecciones casa por casa y facilitar el acceso dentro del barrio, contó Monopoli, integrante del Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE).

En esa línea, Ceriani destacó la participación de estos grupos que “se quedan en el barrio y siguen con el trabajo de sensibilización de la población, además de colaborar con aquellos ciudadanos que deben cumplir el aislamiento”.

El programa “El Barrio cuida al Barrio”, junto con el operativo “Detectar”, son los instrumentos implementados para localizar y detener el avance del virus en el AMBA. El primero, lanzado en abril, busca lograr “una cuarentena comunitaria” a través del “aislamiento barrial”; mientras que el segundo apunta a la detección de posibles focos infecciosos en zonas de bajos recursos. 

El Barrio Obrero, Campanario, Ele, Néstor Kirchner y Los Pinos, en Lomas de Zamora, fueron algunos donde se aplicó este aislamiento comunitario; y el Detectar, en el barrio 30 de Agosto, también en jurisdicción de ese municipio. En Almirante Brown, el Detectar llegó a los barrios 14 de noviembre, Puerto Argentino, La Matera, Don Orione; y el “Barrio cuida al Barrio”, a Las Casitas. 

En Echeverría, el aislamiento barrial alcanzó a El Gaucho y Santa Catalina, mientras que no se realizaron operativos Detectar sino iniciativas municipales de carácter similar, al igual que en Lanús. 

Por su parte, Marcioni resaltó la ayuda de las organizaciones sociales en la colecta de productos de limpieza y alimentos para las familias portadoras de la Covid-19. “Ahora hay dos pandemias: el hambre y el coronavirus”, lamentó. 

Lento y con pocos recursos

Los referentes sociales lejos estuvieron de calificar como perfecto el accionar del Estado. Para el miembro del FPDS, una situación que preocupa es la falta de “acompañamiento a las familias que están aisladas” cuando se detecta un caso de coronavirus: “En los tres niveles (nacional, provincial y municipal) no encontramos ayuda”, sostuvo.

Una de las críticas hacia el gobierno de Alberto Fernández es la ausencia de testeos masivos. “Cinco o seis operativos en el conurbano no es nada”, cuestionó Marcioni. Coincidió el coordinador del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), Alejandro Pérez, sobre el accionar del Gobierno, que es “muy lento y con pocos recursos”.

La falta de alimentos

La falta de entrega de alimentos es otra de las controversias, como apuntaron Peréz y Damián Barbarito, miembro del Movimiento Evita y participante del Operativo Detectar, realizado el 27 de mayo en el barrio 30 de Agosto. “Sostenemos comedores y merenderos que tienen el triple de personas que vienen a comer y hace casi un mes que no recibimos alimentos por parte de Nación”, denunció a AUNO.

En Lomas de Zamora, Monopoli apuntó al gobierno de Martín Insaurralde al asegurar que “la primera respuesta” en el inicio de la pandemia fue “cortarle toda la comida a los comedores con el argumento de que eran potenciales agentes de distribución del virus cuando no había circulación todavía”. 

“Esos comedores cumplen la función de contener a los compañeros en los barrios para que no tengan que salir”, afirmó Monopoli. “Es un desastre, dejaron de enviar alimentos para los comedores y merenderos”, denunció también Marcioni.

Por otro lado, el integrante del FOL definió al partido de Esteban Echeverría como un municipio “tradicionalmente de puertas cerradas”. “No quieren abrirse ni discutir con nadie, hacen lo que ellos quieren”, apuntó.

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El Frente de Organizaciones encabezó el 1° de junio una manifestación frente al Municipio, en la localidad de Monte Grande. El principal reclamo era establecer un comité de emergencia, similares a los existentes en otros partidos. Al consultar esta agencia al área de prensa del Municipio  no hubo respuesta al respecto.

Ezeiza, en tanto, llamó a una “primera reunión en abril, pero no tenía el carácter de comité”.“Después de ese encuentro, el Municipio no volvió a convocar hasta hace una semana”, contó a AUNO Paula Delfino, del Frente Arde Rojo. A las autoridades alertaron sobre la “atención mínima” en los centros locales de salud “no sólo por situaciones de Covid-19, sino por otras patologías”.

También, dijo Delfino, acordaron “un refuerzo alimentario con el que puedan disponer en los casos de familias con Covid-19”. “Recibimos 30 por ciento menos de lo que se recibía pero ahora la necesidad es del doble. Desde el gobierno municipal reconocieron el trabajo y la capacidad de las organizaciones en relación a la cuestión alimentaria, a la cual el Municipio no está llegando”, concluyó.

14-06-2020-AUNO
MB-JMP-MDY

Un comentario en «Coronavirus y hambre: las dos pandemias de los barrios populares»

  • Silvia silvetti dice:

    Se nesecita con urgencia qe vallan hacer isopados la.mama tiene corona virus ahora empezaron los hijos con sintomas y nadie se acerca a la vivienda .una vergüenza es lo qe corresponde qe agan no???

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