Continúa la convocatoria para colaborar en el programa Ser Solidario

Grupos de voluntarios colaboran en hogares de ancianos y de madres adolescentes, centros de asistencia a víctimas de violencia familiar, comedores infantiles y demás instituciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La capacitación está a cargo del programa Ser Solidario que desde hace seis años busca despertar en la ciudadanía un mayor compromiso frente a los más vulnerables.

Por Silvia Marchant

Compromiso con los que menos tienen, para ayudar a la comunidad, por crecimiento personal, necesidad de dar amor a los demás, para generar un intercambio con la gente y para ocupar el tiempo libre son algunas de la razones que dieron los más de treinta personas que se inscribieron el último mes en el programa Ser Solidario del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de grupos heterogéneos: estudiantes, de diversas profesiones, jóvenes, adultos. Todos con la intención de volcar parte de su tiempo libre hacia alguien que la necesite.
Desde hace seis años la Secretaría de Desarrollo Social porteña convoca a los ciudadanos que quieren ayudar a la comunidad colaborando en hogares de ancianos, comedores infantiles y demás instituciones a cargo del Gobierno de la Ciudad que asisten a los sectores más vulnerables de la población. En lo que va de 2004 ya se postularon 300 aspirantes.
“En el contexto actual en que vivimos la labor de los voluntarios es muy importante explica su coordinadora Daniela Cerchiaro. Por eso, creemos que es fundamental la capacitación del voluntario. Hay muchos países, como Israel, que le dan mucha importancia a los programas de desarrollo de voluntarios, nosotros creemos que desde el Gobierno es bueno generar esta propuesta, que si bien hace seis años que existe, queremos trabajar más en este sentido”.
En la primera entrevista se encuentran con una pregunta “¿Qué es ser solidario?”. La mayoría contesta que es un valor que se tiene por naturaleza. Pero desde el programa sostienen que no se trata de una cuestión genética y que se puede aprender a serlo.

Sin embargo, la coordinadora del programa cuenta, que tras la convocatoria, no todos deciden quedarse en el programa. Es que todos los meses, la Secretaría de Desarrollo Social porteña hace un llamado para aquellos que deseen participar del programa Ser Solidario. En esa convocatoria los participantes debaten sobre las diferencias entre los conceptos de solidaridad, caridad y filantropía y explican las razones por las que se acercaron al plan.
“Algunos vienen porque el terapeuta les recomendó colaborar con alguna institución. Otros porque pasaron por una mala experiencia y creen que volcando su tiempo libre en actividades solidarias van a estar mejor”, dijo Cerchiaro y agregó que “por eso, es importante que sepan qué es la solidaridad porque después se arrepienten y no quieren seguir colaborando”.
Para ingresar al programa todas las personas deben realizar dos encuentros, el primero es una capacitación teórica sobre la conceptualización del voluntariado y su trabajo; en la segunda reunión los participantes conocen el programa en detalle, su funcionamiento, áreas, horarios y días, derechos y obligaciones. En un encuentro los voluntarios charlan con el responsable del área que eligen para desarrollar su actividad y después de eso recién deciden si quieren inscribirse o no al programa. Si aceptan, los voluntarios deberán firmar un acuerdo donde se comprometen a cumplir con ciertos compromisos. Además, reciben capacitación permanente.

La labor del voluntario se lleva a cabo en diferentes áreas. En el Área Grupos Comunitarios desarrollan apoyo escolar para los niños que concurren a 8 comedores ubicados en diversos barrios de la Ciudad, luego los niños realizan actividades recreativas y deportivas, finalizando con la merienda. Todo el trabajo busca realizarse bajo planificación conjunta de loa voluntarios y el Programa. Los niños participan también de excursiones, talleres y jornadas de integración organizadas por Ser Solidario.
Los voluntarios también trabajan con mujeres, y con sus hijos, desarrollando actividades de cuidado de bebés, apoyo escolar, taller de salsa, de computación, de difusión de derechos, actividades recreativas y deportivas. Además, los niños reciben la merienda y suelen dar paseos a distintos sitios de la Ciudad. Estas actividades se realizan en tres instituciones dependientes de la Dirección de la Mujer del gobierno porteño: Hogar de Madres Adolescentes, Refugio para Mujeres Víctimas de Violencia Familiar y Una Casa de Medio Camino.

En el área tercera edad el trabajo de los voluntarios se realiza dentro de dos hogares de adultos mayores dependientes de la Dirección General de Tercera Edad. Ellos son: los Hogares Rawson y San Martín. Los voluntarios realizan distintas actividades en los hogares, que van desde acompañamiento, hasta juegos, talleres de tejido y de cocina, etc.
Otro grupo de voluntarios del programa realizan actividades recreativas, sociales y culturales con niños que viven en hoteles de la ciudad de Buenos Aires. En el área de salud, los voluntarios se reúnen todas las semanas para planificar diferentes talleres sobre Prevención de VIH-SIDA, Procreación Responsable y Salud Sexual, entre otros, los cuales se dictan en distintos ámbitos con los que el programa trabaja, además de brindar información en instituciones que lo requieran.

Desde el punto de vista legal, la Ley Nacional de Voluntariado establece los deberes y obligaciones del voluntario y determina las exigencias que puede llegar a realizar la institución que recibe la colaboración. Si bien la norma fue sancionada en diciembre pasado, promulgada parcialmente en enero último y publicada en el Boletín Oficial, todavía no está reglamentada.

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Cómo comunicarse:
Programa Ser Solidario 011 4361-6543.

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*Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector

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