Bayer: El Día del Trabajador en la Argentina

El escritor y periodista Osvaldo Bayer, un referente a la hora de explorar la historia de los movimientos sociales, realiza un recorrido histórico sobre el 1º de Mayo en nuestro país.

Por: Miriam Lerose

“El 1º de Mayo de 1886, cuando los obreros estadounidenses se movilizaron pidiendo las 8 horas de trabajo, fue el tema más épico de toda la historia del movimiento de los trabajadores”, relató Bayer a la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión (AUNO).
“El primer acto en el país, recuerda se realizó en 1890 en el Prado Español de Buenos Aires, y fue convocado por los integrantes del Club Alemán, aunque los integrantes de este Club eran socialdemócratas y los “mártires de Chicago” eran anarquistas. A ese acto concurren obreros con distintas ideologías y cado una va a hablar en su idioma; alemanes, italianos, portugueses… Así comienza en nuestro país esta tradición de recordar siempre el 1º de Mayo, como el Día de los Trabajadores”.
Fiel al sentido originario de la fecha, el escritor remarca que en esa época, el acto estaba prohibido por la policía y la gente tenía que ir a trabajar, “no había fiesta como ahora”, y sin embargo se reunían miles y miles de obreros.
Conocedor de la Historia argentina, este intelectual que debió exiliarse en Alemania durante los años oscuros de la dictadura, no olvida que la primera vez que se reprimió una manifestación obrera fue en 1904, durante la presidencia de Julio Argentino Roca.
“Había 70 mil obreros anarquistas, una cifra numerosa si tenemos en cuenta que la población era de 800 mil habitantes y que los trabajadores podían perder su trabajo si acudían al acto y faltaban a trabajar. Es aquí donde muere el primer mártir obrero, que era un marinero de 18 años, quién es velado en el Local de la Protesta, la publicación anarquista, donde entra la policía y se lleva el cadáver del joven asesinado”.
A partir de estas movilizaciones y de la represión sufrida por los trabajadores, la fecha comienza a adquirir una trascendencia especial. Los trabajadores se seguirán reuniendo y de a poco irán consiguiendo que se les otorguen las ocho horas de labor.
“Primero fueron los yeseros, que era una profesión muy cuidada por la clase media alta , ya que eran los que hacían los adornos de las casas, los arreglos de los dormitorios, los techos, los que fabricaban los floreros. Ellos van a ser los primeros en obtener las ocho horas, los segundos van a ser los panaderos que era un gremio muy combativo”, cuenta Bayer con voz baja mientras parece que por su cabeza pasara una película con los hechos que el va recordando como si terminaran de ocurrir en ese instante.
Este investigador de las luchas obreras en nuestro país, el autor de “La Patagonia Rebelde” relata: “En el festejo del 1º de Mayo del año 1909, en la Plaza Lorea, se sacan la careta los militares y la policía. En un ataque cobarde, comandado por Ramón Falcón, atacan a la concentración obrera la policía a caballo y los fusileros. Al día siguiente, en las crónicas de La Nación y La Prensa aparece la pregunta a Ramón Falcón: ¿Por qué mandó a atacar a los obreros si no había ningún disturbio? Y el respondió que los obreros en vez de usar la bandera Argentina, usaron la bandera roja. ¡Que mezquindad la de este hombre!”, se indigna el escritor y agrega: “ahí es donde los anarquistas aplicarán el derecho de matar al tirano y Simón Radowitzky pondrá la bomba que va a matar a aquel jefe de policía, el Coronel Ramón Falcón”.
AUNO

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