(AUNO-Tercer Sector*) Diputados avanzó ayer en la creación de un Registro Especial de Antecedentes de Personas Condenadas por Delitos contra la Integridad Sexual. El proyecto, que ya obtuvo dictamen de la Comisión de Legislación Penal, busca obtener un mayor control sobre los individuos que cometieron violaciones y abusos sexuales a partir de la conformación de un banco de ADN.
El Registro contendrá el nombre completo, domicilio, fecha de nacimiento, paradero vigente y otros datos personales del individuo para permitir su individualización. Sin embargo, su punto más novedoso es el que establece la apertura de un archivo de información genética de violadores y sospechosos.
“En los casos de violaciones o de tentativas de ataques sexuales, el ADN es la única prueba contundente cuando no hay testigos, dado que siempre se encuentran rastros”, señaló Isabel Yaconis, integrante de Madres del Dolor, cuya hija Lucila fue asesinada en 2003 después de sufrir un intento de violación. “Si el ADN hallado en el semen, piel, cabello o saliva coincide en un 99 por ciento con el de alguna muestra del banco genético, ya se le podría iniciar un procesamiento”, explicó.
De esta manera, las víctimas podrán aportar las diferentes huellas que el agresor haya dejado, aun aquellos que por diferentes motivos no consumaron la violación y ni pudieron ser identificados. Actualmente, no se puede pedir un análisis de ADN de una persona que intentó una violación ya que no está condenada, aunque el violador tiende a repetir su acción.
El proyecto establece que solo podrán obtener información del contenido del Registro las ONG’s vinculadas a temas de seguridad mediante una previa autorización del Poder Ejecutivo, lo cual garantiza su confidencialidad. Además, la permanencia de una persona en el Registro caducará luego de diez años de su última condena.
Yaconis sigue de cerca el tratamiento del proyecto y se manifiesta a favor de la conformación del banco genético dado que a pesar de tener el ADN del violador de su hija nunca pudo compararlo con ningún otro. En dialogo con AUNO, destacó que si bien apoya la iniciativa, a título personal hubiera preferido que el banco genético incluyera “no sólo a violadores sino a toda la población carcelaria condenada por crímenes aberrantes”.
El proyecto, que todavía debe pasar a las comisiones de Justicia, Familia y Presupuesto, está basado en la legislación francesa que prevé la utilización de un archivo genético y que permitió detener hace pocos días atrás a Mohamed Rouchi, uno de los violadores seriales más violentos y buscados de la historia criminal francesa.
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