Un grupo que resiste a toda máquina

Son voluntarios que intentan frenar el cierre definitivo del ramal Puente Alsina-Aldo Bonzi, de la línea Belgrano Sur. En Lanús, los terrenos de las estaciones de Caraza y Diamante ya fueron cedidos a la Municipalidad. Pero ellos luchan para que vuelva el servicio.

Juan Pollio, Ezequiel Bergonzi y Franco Romero

Lomas de Zamora, agosto 23 (AUNO).- El ramal ferroviario Puente Alsina-Aldo Bonzi del Belgrano Sur fue suspendido hace dos años y no hay señales de que vuelva a circular. No hubo una clausura oficial; en Trenes Argentinos figura que el tramo se encuentra “interrumpido hasta nuevo aviso”. Y recientemente la Municipalidad de Lanús anunció la propiedad de los terrenos que se encuentran dentro de sus límites para construir un “parque lineal”. Para que esta obra no avance y para que el tren vuelva a ser una alternativa de transporte público, un grupo de voluntarios lucha por la recuperación del servicio.

El viernes 4 de agosto de 2017 fue el último día en que la locomotora y los dos coches que constituían el único material rodante del ramal hicieron su recorrido habitual. Como consecuencia de un desperfecto en la vía de la estación Puente Alsina, el tren sufrió un leve descarrilamiento que no pasó a mayores. No obstante, este hecho fue la excusa perfecta para que el Estado cerrase el servicio más postergado del Gran Buenos Aires.

Durante meses, lo único que hubo fue incertidumbre. Pero a finales del último julio, el municipio administrado por Néstor Grindetti publicó “Lanús Visión 2030”, un documento que, entre otras medidas de cara a un “desarrollo sustentable”, detalló la reconversión de las estaciones Villa Caraza y Villa Diamante en “parques lineales” con el objetivo de mejorar la “conectividad metropolitana”.
“La traza del Ferrocarril Belgrano Sur Ramal Puente Alsina – Aldo Bonzi (ex Midland), que corrió hasta 2017 entre asentamientos precarios y con una única vía, constituye hoy también una barrera importante a diluir y modificar”, mencionó el archivo oficial.

Un tramo del Ferrocarril Belgrano Sur en la localidad de Ingeniero Budge.

LOS QUE RESISTEN A TODA MÁQUINA
En este adverso panorama, el grupo No al Cierre del Ramal Aldo Bonzi, fundado en 2017, se organizó para realizar tareas de mantenimiento a lo largo de la traza con la esperanza de recuperar el servicio.

Sus integrantes también se contactaron tanto con la Municipalidad de Lanús como con la de Lomas de Zamora, pero las respuestas que obtuvieron no fueron alentadoras. “Las dos intendencias tienen todo abandonado”, denunció Liliana Soto, coordinadora del grupo.
Fuentes de ambas comunas no respondieron a la requisitoria periodística de AUNO. No obstante, hay información que da cuenta de que hay diferencias en el modo con que las intendencias abordan el tema.

El Concejo Deliberante del municipio administrado por Martín Insaurralde tomó algunas medidas para preservar el servicio ferroviario. En noviembre del año pasado emitió un comunicado donde instó a Trenes Argentinos para que “restablezca” el servicio y “preserve la traza ferroviaria en todo su recorrido, conjuntamente con todas las instalaciones accesorias al servicio”.

Lo que queda de la estación La Salada, en Lomas de Zamora.

Además, aprobó una norma para recuperar la traza de la vía. Sin embargo, para Soto ese proyecto estaba “muy mal fundamentado” como resultado de haber sido hecho sin consultar con los vecinos: “Pensaban que todavía andaba”, ejemplificó al respecto. Este punto de vista fue relativizado por otro de los miembros de la organización, Augusto Rodríguez, para quien cualquier ayuda que el municipio de Lomas pueda brindar “es un golazo”.

DIBUJANDO LA TRAZA

El recorrido original del ramal iniciaba en el partido de La Matanza, en la estación Aldo Bonzi. Una vez cruzado el Riachuelo seguían las estaciones de La Salada, Ingeniero Budge y Villa Fiorito. Finalmente, el trayecto terminaba con las estaciones de Caraza, Villa Diamante y Puente Alsina, del partido de Lanús.

Sin embargo, con el servicio desactivado, lo que quiere No al Cierre es que aunque sea haya un recorrido entre las estaciones de Lomas, el Mercado Central y la Salada. La Municipalidad de La Matanza logró integrar las estaciones de Aldo Bonzi y Kilómetro 12 a un nuevo ramal (Libertad-Kilómetro 12) y actualmente realiza pruebas para extender el servicio hasta la nueva estación de La Salada, que se encuentra en Lomas.

“La Matanza ya está teniendo éxito porque ha conseguido que haya un proyecto ferroviario de la propia empresa como para que el tren se extienda hasta La Salada (la nueva). Y, bueno, si bien todavía no se ha ejecutado nosotros vimos que están haciendo pruebas”, explicó Rodríguez.

Otro obstáculo que tiene la vuelta del servicio es que hay muchos vecinos que no ven con buenos ojos el regreso del tren. De acuerdo a Soto, “nadie quiere el tren tal como estaba antes”. Quieren otra cosa.

Rodríguez fue más específico y aclaró que, luego de una serie de relevamientos realizados a lo largo de estos dos años, notaron que la gente de Lomas está más interesada en que vuelva el tren, que los de Lanús.

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Es que la cercanía de las viviendas a las vías, la falta de mejoramiento de la traza y la carencia de medidas de seguridad generaron que el tren sea visto como un riesgo para quienes viven en las cercanías de las estaciones. Además, el hecho de que por las zonas que recorría el tren haya una gran cantidad de colectivos hizo que disminuyera la necesidad del ferrocarril.

“Cada vez que junto firmas para que vuelva el tren aclaro que es para que vuelva en (mejores) condiciones, no como estaba antes”, detalló la líder, quien además lamentó el desconocimiento de muchos vecinos sobre la situación actual del ramal. Como consecuencia de esto, hay una gran dificultad para que la gente del barrio “se organice y siga” con la causa.

A pesar del esfuerzo de los voluntarios que integran No al Cierre, en la actualidad muchas partes del recorrido se encuentran obstruidos por basura y maleza, principalmente las zonas que rodean a las estaciones de Ingeniero Budge, Fiorito y Caraza. El deterioro es tal que cuesta reconocer a la de Budge como estación; en 2012 fue demolida en su totalidad y hasta perdió su cartel identificador. Lo único que quedó de aquel andén fue el suelo de cemento. Y la estación de Villa Diamante dentro de poco correrá un destino similar.

“El recorrido pasa por lugares donde la gente es muy carenciada y si lo usara podría llegar a muchos puntos de interés, como la feria (de La Salada) o el Mercado Central –reflexionó Rodríguez-. Me parece que no es algo para desaprovechar. La política en ese aspecto me parece que se está equivocando, porque podría generar un beneficio social y hacer que esta gente los apoye.”

En este panorama tan complejo, No al Cierre mantiene la esperanza de que ante un eventual cambio de gobierno nacional, provincial y municipal (en Lanús) abra la posibilidad de que se destrabe la situación y el ramal vuelva una vez más a circular.

EB-JP-FR-AFD
AUNO-23-08-19

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