Pedro Ponce: de Camino Negro al fondo

De cuna militante, Ponce fue director de la escuela Media 23, que él mismo fundó con otros profesores y vecinos; se destacó como dirigente de Suteba y luchó siempre en la calle por una educación para todxs. El 10 de diciembre asumirá como consejero escolar en Lomas de Zamora.

Lorena Terranova

Domingo 9 de abril de 2017 a las 23. Los maestros armaron la Escuela Itinerante frente al Congreso de la Nación. Buscaban visibilizar sus reclamos. Esa noche Pedro estaba ahí. “Al frente, como siempre”, dicen los que lo conocen. La Policía los reprimió para impedirlo. Y mientras Buenos Aires dormía, sólo un canal transmitía en vivo desde la plaza.

Para la mañana siguiente el periodista Eduardo Feinmann había tuiteado una foto de Pedro Ponce con la irónica pregunta “¿son docentes?“ como una forma de invalidar y desviar la protesta. Pocos días después Martín Granovsky publicó en Página 12 la nota “Pedro Ponce, maestro”. Le devolvió el título.

***

Pedro nació en Chile —casi no le queda tonada— y se nacionalizó en la década del ochenta para poder dar clases como profesor de Danzas Tradicionales Argentinas. Llegó al país en el año 74, a los 13 años. Vino con su mamá y hermanos para reencontrarse con su padre que entró a la Argentina escapando de la dictadura de Augusto Pinochet. Una vecina había denunciado que un comunista vivía en el barrio y la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) lo fue a buscar.

Su papá había sido interventor de la Corporación de la Reforma Agraria. Era el que expropiaba tierras para devolverlas a los mapuches y también ayudaba a los trabajadores a armar cooperativas agrarias en Santiago.

Cuando toda la familia pudo estar junta se instaló en Lomas de Zamora y Pedro comenzó a estudiar en el Instituto Lomas.

– Yo… veía toda la situación, sabía que nos teníamos que venir. Pero acá me pasé dos años llorando por mi Luz. Había dejado a mi novia allá y quería volver, quería verla. No me adaptaba, en el colegio no tenía amigos. En el Instituto Lomas me ayudaron muchísimo. Cuando estaba en tercer año no hablaba con nadie y una profe de matemática me dijo: “Mirá chileno, si yo veo que vos seguís aislado te bajo la nota”. Ella debe haber hablado con mis compañeros porque comenzaron a integrarme. Uno de ellos me invitó a la escuela de danza y me encantó. Yo en Chile bailaba Folclore. Me cambió la vida.

Tanto le gustó la escuela de danzas que al terminar la secundaria hizo el profesorado de Danzas Tradicionales Argentinas. La música e instrumentos regionales lo han acompañado siempre en la vida, en los grupos musicales y en la enseñanza. Pero su futuro, creía él, estaba en otra parte. El compromiso con su país era la prioridad. Por esos años era Secretario Político de la Juventud Comunista Chilena en la Argentina. Su tarea era organizar la “solidaridad para Chile” atendiendo a los compañeros que lograban salir o volver al país.
Era el año 84 y acá vivía en democracia, pero los servicios de Pinochet comenzaron a seguir a toda la dirección del partido. El “Partido Comunista chileno congeló todas las tareas” y les ordenó estudiar y prepararse para cuando volvieran a su país a restaurar la democracia. Así, Pedro comenzó a estudiar la Licenciatura y Profesorado en Educación.

La Revolución de Pedro

A principios de los noventa ya no iba a volver a Chile para cambiar el país. Para ese momento había formado una familia en Argentina y tenía hijos acá. Y volvía a la política incorporándose al Partido Comunista de Argentina desde la militancia sindical en el SUTEBA.

description

Como profesor pasó por muchas escuelas, pero cuando en los noventa comenzó la apertura de anexos de la Escuela Media 22, impulsada por su director Francisco Zimei en los barrios de la periferia lomense, Pedro fue protagonista. Se trataba de llevar la escuela al barrio para que los chicos pudieran terminar la secundaria.

– En ese momento seguíamos teniendo escuelas secundarias sólo en las localidades céntricas. Los pibes del fondo quedaban afuera de los sorteos de esas escuelas. A ellos les costaba mucho ir hasta ahí a estudiar y en esas escuelas no los querían. Así que comenzamos a hacer escuelas.

La historia del nacimiento de “la 23” del barrio La Loma también la contará sin dramatismo ni adjetivos, sólo el relato de cómo ocurrió:

– Tomamos una escuela que estaba abandonada. Dijimos, “si esto iba a ser una escuela hagámosla”. Empezamos a arreglarla y a pedir que continúen con la obra. Logramos que se retomara la construcción pero nos sacaron porque era peligroso que estuvieran los chicos ahí adentro. Nos reunimos entre nosotros porque sabíamos que nos iban a cagar y si salíamos de la escuela no nos iban a dejar volver. Así que decidimos tomar los terrenos de al lado.

Y así fue que alambraron y desmalezaron el “aguantadero” que estaba junto al edificio. Limpiaron, como dice Pedro a “pala limpia”. Y la empresa que arreglaba la otra escuela les hizo un obrador con un baño al lado para comenzar a funcionar ahí. Al edificio lo fueron levantando los profesores y vecinos. El último en llegar a construir fue el Estado. Para 1994, cuando por implementación de la Ley Federal de Educación se transfieren las escuelas de Nación a Provincia, todos estos Anexos no son reconocidos. En este espacio gris que se había generado sobre esas escuelas, los docentes dejan de cobrar por las horas. Pedro seguía yendo porque tenía un compromiso con el barrio y los alumnos. “Hacía de director”, como él dice. Pero no lo era.

La pelea por la escuela le tomó mucho tiempo y las movilizaciones no escuchadas terminaron en huelga de hambre. La consigna era “A 40 cuadras de la casa del gobernador hay escuelas rancho”. Cuando terminó la huelga, a Pedro se lo tuvieron que llevar en andas, pero con escuela.

description

Ahora sí el Estado mandó personal, pero había que designarle autoridades. Para los vecinos y los profesores no había mucho que pensar: el director tenía que ser Pedro. Concursó y el nueve que le pusieron también lo oficializó como director de la Escuela Media N° 23.

Su gestión como directivo de “la 23” terminó en 2017, cuando se jubiló. Aunque continúa dando clases en “el 103”, primer profesorado creado en una villa, trabajando en el sindicato y tocando música folclórica en donde pinte. También cada domingo, desde hace 29 años, hace su programa de radio “Camino Negro al Fondo”.

– El programa empezó en radio Satelital de Villa Albertina. Hoy lo hago en FM Voces. La idea era mostrarle a mis alumnos de Budge, Villa Urbana y Villa Independencia que se escuchaba la música folclórica que yo les enseñaba. Pasaba más o menos lo que estaba dándoles en la escuela: chacareras, zambas. Con el tiempo los padres me decían “¿Profe usted que está en la radio, podría contar que en la calle Recondo nos estamos inundando?”. Y me traje a uno a la radio. Ahí comenzaron a venir todos y el programa se transformó. Se volvió un programa social, cultural, político y hoy… ya es cualquier cosa.

***

Domingo 27 de noviembre a las 21. La Argentina tiene un nuevo presidente electo.
El 48,10 % de la población, según el escrutinio provisorio, comienza a festejar la victoria de Alberto Fernández. A esa misma hora Lomas de Zamora también tiene nuevo consejero escolar. Pedro Ponce, docente y licenciado en Educación, es quien ocupará este cargo tras haber ganado las elecciones por la lista del Frente de Todos.

Los ciudadanos lomenses decidieron que la lucha de Pedro Ponce por la educación se institucionalice. El cargo de consejero escolar lo pone al frente de la tarea, que según él, en declaraciones a un medio local, se trata de “reconstruir todo lo que Vidal destruyó con el desfinanciamiento de la educación… Construir un proyecto con perspectivas emancipadoras”.

– De tantas veces que fui a romper las bolas al Consejo. Ahora me las van a romper a mí… Igual, si yo veo que no hay plata para hacer las obras de mantenimiento de las escuelas nunca me voy a poner a dar excusas a un compañero. Muy simple, nos vamos a reclamar juntos a la Provincia.

Dejar una respuesta