Los desafíos de mujeres y disidencias en educación

Las dificultades de las mujeres para su ingreso y desarrollo en el sistema educativo fue eje de la conferencia “Géneros y Educación”, realizada en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Además, se presentó el libro _Travar el Saber. Educación de personas trans y travestis en Argentina: relatos en primera persona_.

Carlos Dileo

Las conquistas y los desafíos del rol de la mujer en la educación y la inclusión educativa de la comunidad travesti/trans fueron debatidos en la conferencia “Géneros y Educación”, realizado en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), en el marco de la Diplomatura en Géneros y Sociedad.

La jornada comenzó con la intervención de la docente de Introducción a la Educación en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ, Mónica Montero, quien repasó “las dificultades de las mujeres en el campo de la educación”.

Una de las reflexiones más destacadas se dio en torno al cambio de paradigma en relación a la maternidad y el ingreso de las mujeres al mercado laboral. “Hay estadísticas que comprueban que a mayor educación, menor cantidad de hijos. Esto es así porque las mujeres acceden a mayores posibilidades a través del estudio”, detalló.

También se desarrollaron cuáles fueron las necesidades que llevaron a las mujeres a ser parte de las aulas, ya sea como estudiantes o docentes. “Las necesidades fueron religiosas y luego vinieron de parte del mercado y la política”. Entre estas necesidades, se remarcó el hecho de que se haya conquistado la coeducación, es decir, que hombres y mujeres aprenden en el mismo lugar y los mismos contenidos. Aunque todavía “se sostienen las diferencias a nivel económico, como lo es el ‘techo de cristal’”.

Un 56 por ciento de estudiantes universitarias mujeres, un 60 por ciento de graduadas, un 59 por ciento de profesoras. También, destacó que sólo hay 5 rectoras sobre las 56 universidades estatales del país, es decir, un 8,9 por ciento. Estos datos difundidos por Montero fueron tomados de un informe elaborado por la doctora en Educación, Graciela Morgade. “La autoridad sigue siendo del hombre en las escuelas”, reflexionó la docente.

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Travar el saber

En la segunda parte del evento se presentó el libro Travar el Saber. Educación de personas trans y travestis en Argentina: relatos en primera persona de les compiladores Juliana Martínez y Salvador Vidal-Ortiz (EDULP, 2018).

Allí se encuentran las experiencias de travestis y trans en espacios educativos contadas en primera persona: 33 historias que cuentan sus trayectorias y cómo esa formación impactó en sus vidas. El libro se centra en el trabajo de tres organizaciones: el Bachillerato Popular Trans Mocha Celis, OTRANS Argentina y la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).

La presentación estuvo a cargo de la la coordinadora de Políticas de Género y Diversidad Sexual en la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNDAV, Malena Habobo, y la activista travesti Alma Fernandez.

Habobo, por su parte, remarcó que “hay una inclusión educativa de las personas travesti y trans, pero no es así en el ámbito laboral”. Por eso, apeló a “seguir luchando por la implementación del cupo laboral travesti/trans” porque significa “una discriminación positiva, es decir, que una parte del mercado laboral será ocupado por esta población”.

“La perspectiva de género debe tener en cuenta la intersección, donde se contenga términos como raza, sexo y género. Cinco años atrás, el estereotipo de travesti era asociado al delito y la mala vida, gracias a la construcción que se hacía desde los medios. Hoy en día, tenemos, todavía, una invisibilización de esta comunidad. La idea es romper con el sentido común”, expresó la integrante de la red de Periodistas de Argentina en red por una comunicación no sexista (red PAR).

En cuanto al informe nacional, coordinado por Lohana Berkins, sobre la situación de las personas travestis y trans, destacó que “la verdadera causa del travesticidio es la discriminación”, luego “le siguen la expulsión del sistema de salud, la falta de redes, la violencia institucional y el abandono de personas que se resumen en falta de políticas públicas por parte del Estado”.

Alma Fernández denunció que “la educación tiene una deuda con la comunidad travesti y trans. La educación pública, gratuita y laica nos dejó afuera por mucho tiempo”. Además, sostuvo que, para ella, “la democracia empezó en 2012 a partir de la sanción de la ley de Identidad de Género. Es importante tener un documento con un nombre que responda a tu identidad, pero la vida no nos cambió tanto a las personas travestis y trans”.

La referenta travesti contó su historia —la cual forma parte del libro— para subrayar la importancia de su paso por el Bachillerato Popular Trans Mocha Celis. “La educación me cambió la vida y me hizo sujeta de derechos. Sin embargo, estudiar tiene que servir para algo más. Hay que apropiarse y cambiar el conocimiento”, resaltó.

AUNO-3-7-2019
CSD-SAM

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