Inauguraron el Sitio para la Memoria ex Pozo de Quilmes

En el marco de la conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, se inauguró el Sitio para la Memoria, Defensa y Promoción de los Derechos Humanos ex Centro Clandestino de Detención Pozo de Quilmes.

Gabriela Naso

En la víspera del 41° aniversario del último golpe de Estado, organismos de derechos humanos, organizaciones sociales, culturales y políticas, ex detenidos y familiares de las víctimas del terrorismo de inauguraron de forma oficial el “Sitio para la Memoria, Defensa y Promoción de los Derechos Humanos ex Centro Clandestino de Detención Pozo de Quilmes”. Por el edificio ubicado en Garibaldi 650, esquina Allison Bell, en el partido de Quilmes, pasaron más de 250 personas en calidad de detenido-desaparecido entre 1975 y 1979. Su transformación en un sitio de memoria, a través de la Ley 14.895 del 1 de febrero de 2017, viene a saldar una antigua deuda de la democracia.

Declarado “de Interés Histórico Cultural de la Provincia de Buenos Aires”, el edificio fue cedido en comodato a la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) por 99 años, pero la gestión del espacio está a cargo de un consejo conformado por “tres integrantes designados por la CPM, un integrante de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, un integrante de la Municipalidad de Quilmes y las personas, instituciones y organizaciones integrantes del Colectivo Quilmes, Memoria, Verdad y Justicia, constituido a 40 años del golpe genocida a partir de la iniciativa Más que Nunca, Nunca Más, quienes conformarán la mayoría en el Consejo”. De este modo, a través de la plena participación de organizaciones sociales, víctimas, familiares y organismos de Derechos Humanos (DDHH), se buscó garantizar la autonomía e independencia del gobierno de turno.

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En un contexto marcado por políticas que atentan contra los Derechos Humanos, la decisión de conmemorar allí el Día Nacional de la Memoria pone de manifiesto la línea de trabajo que se llevará adelante en el espacio. El presidente de la CPM, Víctor Mendibil, afirmó que este lugar marcado por el horror “se va a convertir en un lugar de la vida, donde se va a debatir, establecer planes culturales, organizar a los jóvenes, va a ser un lugar de encuentro de la comunidad, de pensar y construir un modelo de sociedad diferente al que nos ofrecen desde los gobiernos de turno, particularmente a los trabajadores y a los jóvenes, que nos arrebatan la posibilidad de un futuro digno”.

“Esto es producto de largas décadas de lucha, donde las víctimas y los familiares con su voz y su denuncia, jugándose la vida en tiempos de la dictadura, iniciaron este proceso que tiene hoy un lugar de consolidación importante, de reafirmación de esa verdad que hoy muchas voces quieren poner en tela de juicio”, aseguró la directora General de la CPM, Sandra Raggio.

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En ese sentido, Mendibil, sostuvo que se trata de una “disputa cotidiana, entre los que pensamos de una manera y queremos construir una sociedad democrática y los que sueñan con una sociedad autoritaria”, e invitó a los cientos de personas presentes a “construir más unidad para modificar y transformar la sociedad en que vivimos”.

Sobre la creación del espacio, el representante del Colectivo Quilmes Memoria, Verdad y Justicia (CQMVyJ) Arturo Blatezky dijo que “demuestra la unidad de nuestro pueblo, que no olvida, no perdona y no se reconcilia, no solamente con los militares, sino con un modelo capitalista imperialista genocida. Esto es la victoria de nuestro pueblo más pobre, el que sufrió más y combatió más, y sigue combatiendo”. Blatezky recordó a que los desaparecidos de ex Pozo de Quilmes “entregaron su vida luchando por una Patria justa, contra el mismo modelo económico que sufrimos hoy”.

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“Acá pasaron seres humanos con historias, biografías individuales, familias y que eso es lo que tenemos que reconstruir”, remarcó el representante del CQMVyJ, al tiempo que se comprometió a “recuperar la vida y la militancia” de los desaparecidos de Quilmes. “No desparecieron números. Los números desparecen para el imperialismo y el capitalismo. Para ellos, los obreros, los estudiantes y los docentes son sólo números. Para nosotros, cada uno, con sus fuerzas, sus debilidades y sus dones, son seres humanos y esa es la diferencia entre lo que nuestro pueblo entiende por vida y lo que entiende por vida el imperialismo genocida”, expuso Blatezky.

Aunque la Ley 14.895 estipula un plazo de 60 días a partir de su sanción para la desafectación del inmueble, donde en la actualidad funciona la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) del distrito, recién se hizo entrega de la mitad del bien. “Hoy nosotros estamos recuperando una parte importante del edificio¸ la de los calabozos. Todavía falta otra parte, porque no ha sido fácil la reubicación”, especificó el presidente de la CPM.

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Para dar inicio al acto, Raggio invitó a los miembros del Consejo a subir al escenario ubicado sobre Garibaldi. Tras la entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino, la directora General de la CPM hizo un breve repaso por la historia del ex Centro Clandestino de Detención (CCD) y la confección del proyecto de ley, elaborado por la Asociación Civil Colectivo Quilmes Memoria, Verdad y Justicia, con apoyo de la Comisión, y presentado por la diputada del Frente para la Victoria (FPV)-Partido Justicialista (PJ) Evangelina Ramírez.

Luego de la intervención artística del Coro Club Social Berazategui, Mendibil, Blatezky y el subsecretario de DDHH del Municipio de Quilmes, José Estevao, tomaron la palabra. El representante del gobierno municipal manifestó que en el acto confluían “dos sensaciones: el repudio por el golpe militar y la alegría de avanzar en la recuperación de este lugar, de un lugar que queremos que las fuerzas policiales abandonen para ser apropiado por la comunidad quilmeña como un lugar para la memoria y la promoción de los derechos humanos”. Sin embargo, el público le recordó al funcionario su pertenecía a la alianza Cambiemos, a través de cánticos como “Macri, basura, vos sos la dictadura”; “Liberen a Milagro” y “El pozo no es un bache”, entre otras consignas.

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La segunda parte del acto contó con la participación en el escenario de los sobrevivientes del CCD Emilce Moler, Walter Docters, Atilio Servin y Rubén Schell, entre otros. Entre 1975 y 1979 la Brigada de Investigaciones de Quilmes función como “Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio” (CCDTyE), bajo la órbita del Circuito Camps, como se conoce a la red de 29 campos de concentración bonaerenses dependientes de la Jefatura de la Policía provincial que estuvieron a cargo del general Ramón Camps. Según los testimonios de sobrevivientes, incluidos en el Informe Nunca Más, elaborado por la Conadep, la Brigada se componía de dos edificios separados con comunicación interna: un chalet de dos plantas, donde funcionaban los departamentos judiciales, con acceso por la esquina Garibaldi y Allison Bell, y un edificio de cinco plantas, donde se ubicaban los calabozos y las salas de tortura, al cual se accedía por un garage ubicado sobre Garibaldi, “atravesando un portón pesado con riel”.

Se calcula que más de 250 personas estuvieron detenidas en el edificio, el cual no estaba preparado para nacimientos en cautiverio, por lo que muchas veces las embarazadas eran trasladadas al Pozo de Banfield. El desmelenamiento del “Chupadero Malvinas” comenzó en julio de 1978, con la liberación y el traslado de los últimos presos. Sin embargo, el lugar volvió a alojar presos ilegales bajo la denominación de “Omega” durante los primeros tres meses de 1979.

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Moler fue la primera en rememorar su paso por este “sórdido lugar” donde estuvo detenida-desaparecida por tres meses. Allí, pasó “frío, hambre y miedo”, habló con los presos comunes, hizo de nexo entre hombres y mujeres, y se abrazó a compañeras que “sabía que se iban para siempre”. “Siento las ausencias de este pozo de Quilmes todos los días”, reveló la sobreviviente y le pidió a quienes conducen el espacio que hagan “por los caminos de la Memoria, la Verdad y la Justicia”.

En relación a la causa por crímenes de lesa humanidad cometidos en el ex Pozo de Quilmes, en la cual están implicados 17 represores y cuyo juicio podría tener lugar en 2018, Docters aseguró que los testigos seguirán declarando. “No vamos a dar ni un solo paso atrás, no vamos a olvidar, no vamos a perdonar, no nos vamos a reconciliar y vamos a seguir gritando que fueron 30 mil y que fue un genocidio”, expresó.

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El cierre del acto estuvo a cargo del sobreviviente Rubén “El polaco” Schell, quien recordó su paso por el ex CCD. Al grito de “30.000 detenidos-desaparecidos ¡Presentes! ¡Ahora y siempre!”, Schell dio paso la orquesta de música popular de la Escuela Secundaria 64 de Moreno, que interpretó el Himno a la alegría. Luego, “El polaco” prendió la primera vela que dio inicio a la vigilia frente al ex Pozo de Quilmes. A 41 años del último golpe militar, la inauguración de este espacio, donde primará la participación comunitaria y ciudadana, es un avance para la resignificación del pasado, la democracia y la promoción y protección de los DDHH.

AUNO 24-03-2017
GN-AFG

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