Alfonsina Storni y los derechos de las mujeres

Los derechos sociales, laborales y electorales de las mujeres, entre otros, forman parte de la poesía de Alfonsina Storni. Su trabajo rompió con el sistema político y cultural de la época. Se cumplen 79 años de su muerte.

Horacio Raúl Campos

Lomas de Zamora, octubre 21 (AUNO) – Derechos laborales, electorales, el divorcio, la ironía contra el sistema cultural y político, el amor y la acidez sobre el mundo masculino, figuran en la poesía y la prosa periodística de Alfonsina Storni, de cuya muerte se cumplen 79 años.

Alfonsina, que se dejó llevar por el mar, lanzó su proyecto literario en 1916 con el fuerte poema ‘La loba’, en el que rompe de manera muy clara con el sistema político y cultural, y que está incluido en el libro La inquietud del rosal. ‘Yo soy como la loba / quebré con el rebaño” (vv. 1 y 2).

Esa postura está también en otros poemas y en textos periodísticos de Alfonsina, en el que figuran duras críticas al sistema político y cultural; y en particular a los regímenes electoral, jurídico y laboral; la clave irónica es una de las opciones y hasta sobre la guerra en Europa.

En las notas periodísticas escritas en las revistas La Nota, Fray Mocho y El Hogar; y los diarios La Nación, Crítica y El Mundo, el sistema mediático masivo de entonces, aboga por los derechos a tener patrimonio, al divorcio, a votar, altos salarios, reducción de horarios laborales e igualdad con los varones.

Se trata, evidentemente, de una plataforma política de alta consideración. Nótese que algunos de esos puntos se harán efectivos varios años después. No fue una voz aislada.

Lo hace en un contexto de luchas, represiones, fusilamientos y elaboración de proyectos y reclamos en pos de la aplicación de derechos en varios sectores de la sociedad e incluso las mujeres habían votado en San Juan, en 1928, después de la reforma de la Constitución de esa provincia, un año antes.

Durante el primer gobierno peronista se habrán de aplicar y ampliar derechos laborales. En 1951, las mujeres pudieron votar por primera a nivel nacional; la ley de divorcio, en 1985, durante el gobierno de Raúl Alfonsín; y la reforma del Código Civil, en el gobierno de Cristina Fernández.

Lo denunciado por Storni eran las condiciones harto injustas derivadas de la Argentina agroexportadora organizada por el roquismo oligárquico a partir de los ochenta del siglo 19, e incluso un engranaje jurídico que databa desde algunos años antes de la llegada de Julio Argentino Roca a la presidencia.

En no pocos poemas hay sarcasmo, ironía, se pronuncia contra el sometimiento de la mujer. Los versos de varias de sus poesías contienen cuestionamientos frontales y audaces a favor de la inclusión de derechos en la legislación.

Las mujeres

Otras piezas poéticas fundamentales dan cuenta del comportamiento social de las mujeres.

Así fue que visualiza a la mujer virtuosa, la mujer cínica, la mujer indiferente y la mujer perversa. Si bien el modelo oligárquico mantenía un régimen exclusivo contra todas las mujeres, la poeta destaca en sus versos que no todas eran / son iguales. Eso está en el poema ‘La armadura’ del libro Languidez, (1920).

Esa atinada clasificación que se lee en la poesía de Alfonsina se vuelve totalmente actual, en el contexto de la Argentina en que las luchas y movilizaciones a favor de derechos y contra la violencia de género tienen fuerza social.

Las poesías de Storni (olvidadas por las carreras de letras de la Argentina) tienen también temas de la mitología clásica, del amor, el varón, la tristeza, la soledad, la vida y la muerte; y sobre su hijo Alejandro, el sentido de su lucha y se expresa contra el cinismo.

Respecto de la ironía, se la lee en la poesía ‘Buenos Aires’ del libro Languidez, (1920). La capital del país es comparada con un varón: ‘Buenos Aires es un hombre / Que tiene grandes las piernas, / Grandes los pies y las manos / Y pequeña la cabeza’.

En esa misma pieza homenajea a la ciudad europea y los querandíes: ‘En sus dos ojos, mosaicos De colores, / se reflejan / Las cúpulas y las luces / De ciudades europeas’.

Después sigue: ‘Bajo sus pies, todavía / Están calientes las huellas / De los viejos querandíes / De boleadoras y flechas’.

Gracias a la Reforma

“Sin Martín Lutero no habríamos tenido a Alfonsina Storni”, escribe el poeta y novelista Conrado Nalé Roxlo.

Cuenta que “en diciembre de 1545 comienza el Concilio Ecuménico de Trento, que se prolonga hasta el 4 de diciembre de 1563. Durante esos años la Inquisición aviva sus fuegos. Se agravan las delaciones, se queman libros y se cierras escuelas y academias (…) En 1562, una familia de origen romano, los Storni, se hacen sospechosos como desafectos al papado, y huyen a la Confederación Helvética (…)”.

En 1885, Paulina Martignoni y Alfonso Storni, la madre y el padre de la poeta, se casan en Lugano, su ciudad natal.

La poeta nació en la Sala Capriasca, un cantón suizo, el 29 de mayo de 1892, y se suicidó el 25 de octubre de 1938, en Mar del Plata. Es decir, cuando faltaban casi cinco años para que terminase la penumbrosa Década Infame.

Bibliografía

Conrado Nalé Roxlo, Genio y figura de Alfonsina Storni, Buenos Aires, Eudeba, 1964.

Ernesto Sábato (comp.), Alfonsina Storni. Antología poética, Buenos Aires, Losada, 1998.

AUNO-21-10-17
HRC-SAM

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