Argentina lleva tres años sin sarampión

El último caso de esta enfermedad se registró en Córdoba en el año 2000. La cobertura en la población de la vacuna triple viral, contra el sarampión, la rubéola y las paperas, pasó del 88 al 95 por ciento en los últimos dos años.
Por Melina Pietra

(AUNO*) En el marco del Plan de eliminación del sarampión que se inició en la Argentina en el año 1993, y después de una campaña dirigida a la población mayor de 15 años – que alcanzó el 95% de cobertura- el país lleva tres años sin la aparición de esta enfermedad.
“Entre 1997 y 1999 se produjo la última epidemia de sarampión, con 10663 casos confirmados”, según datos del Ministerio de Salud de la Nación. Además indicó que “el último caso se confirmó en el 2000 en la provincia de Córdoba”.
“Argentina participa activamente en lo programas de erradicación de patologías prevenibles por vacunación”, manifestaron las autoridades nacionales a la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión (AUNO) y destacaron que “la cobertura de la vacuna triple viral – sarampión, rubéola, paperas- es en la actualidad de más del 95 %, en relación con el 88.5 % del año 2001”.
Por medio del Grupo Técnico Asesor sobre Enfermedades Prevenibles por Vacunación (GTA) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la Argentina, en el año 2001 se sumó a la implementación de la Vigilancia Integrada para la Erradicación del Sarampión y Control de la Rubéola en América Latina.
Para evaluar este sistema, el Ministerio estableció una serie de indicadores que deben “determinar los avances de la vigilancia, detectar áreas de riesgo, supervisar la calidad de los datos y mantener la erradicación del sarampión y la eliminación de la rubéola”. La OPS propuso el 80 % como meta de cumplimiento de estos indicadores para los países latinoamericanos.
Entre las actividades que lleva a cabo el Ministerio se encuentran “la introducción de la vacuna triple viral en los preadolescentes dentro de los programas de salud escolar y la organización de una campaña de vacunación masiva para hombres y mujeres de 13 a 39 años, con doble viral, para el 2004.
En un contexto global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó que los estados americanos son “un ejemplo para el mundo, por su éxito en eliminar esta enfermedad mortal para la infancia”. El organismo internacional destacó que “no se han registrado casos de sarampión en ninguno de los países de la región desde noviembre del año 2002, pero todavía hay miles de casos en algunos países de Europa y se estima que 745.000 niños mueren en todo el mundo cada año a causa de la enfermedad”.
Debido a las semejanzas clínicas entre el sarampión y la rubéola, la mayoría de los países latinoamericanos usan vacunas que protegen contra ambas enfermedades en sus programas rutinarios. La OPS recomienda la integración de la vigilancia del sarampión y la rubéola, porque asegura que “el control de rubéola y rubéola congénita son prioridades para la región”.
El sarampión es una enfermedad viral aguda, epidémica, altamente contagiosa y producida por un sólo tipo de paramixovirus, el morbilivirus. Se caracteriza por presentar fiebre, conjuntivitis, catarro nasal y bronquial, y una erupción de manchas rojizas en la piel y en la mucosa bucal.
El contagio se realiza de persona a apersona, por las gotitas de saliva que se desprenden al hablar, toser o estornudar, en el periodo catarral y el comienzo del eruptivo. No se produce a través de objetos ni de terceras personas. El hacinamiento y los lugares mal ventilados favorecen su transmisión.
Según la OMS, “la gravedad de la enfermedad se debe a sus complicaciones respiratorias – bronquitis, neumonía- o neurológicas – convulsiones, encefalitis -, que son aún más comunes y severas en niños desnutridos”.
Antes de la vacunación era una enfermedad pandémica, con una incidencia del 90% en menores de 20 años y graves epidemias en lactantes y niños menores. Provocaba alrededor de 135 millones de casos por año y la muerte de 7 a 8 millones de chicos.
La vacunación es la mejor herramienta para el control de esta enfermedad, que afecta principalmente a los niños. Las autoridades sanitarias disponen de la vacuna antisarampionosa sola, y combinada con las vacunas contra la rubéola doble viral y las paperas – triple viral-.
AUNO 13-1-04

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