Admiten falta de información sobre salud sexual

En 2002 fue sancionada la ley de salud sexual y procreación responsable. Los hospitales del conurbano que lo implementan se enfrentan a problemáticas sociales que hacen difícil su puesta en marcha masiva.

En los últimos tiempos, el conurbano bonaerense ha sido testigo de un importante crecimiento de embarazos no deseados y madres adolescentes. Es por ello que la planificación familiar ha tomado un papel relevante teniendo en cuenta que brinda la información precisa referente a cómo evitar la concepción cuando aún no se ha tomado la decisión de tener un hijo.
En 2002 fue sancionada la Ley 25.673 que creó el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, aplicado en 2003. Fue entonces cuando se comenzó a implementar la distribución gratuita de los métodos anticonceptivos en los diferentes centros de atención primaria y hospitales públicos. En su lanzamiento, se distribuyeron métodos anticonceptivos no abortivos por un valor de 33 millones de pesos en las 24 provincias. A fines del 2005 ya se habían distribuido 18,5 millones de anticonceptivos hormonales orales, 1,7 millones de anticonceptivos orales compatibles con la lactancia materna, 18 millones de preservativos y casi un millón de Dispositivos Intrauterinos (DIU).
La puesta en marcha buscó eliminar problemas como las muertes maternas a causa de abortos practicados sobre embarazos no deseados, madres adolescente donde los niños nacidos tienen el 60 por ciento más de posibilidades de morir que niños de madres mayores de 20 años, y reducir el contagio de cualquiera de las enfermedades de transmisión sexual, especialmente el VIH/SIDA.
ERA COMPRAR EL PAN O LOS PRESERVATIVOS”
Analía Suarez tiene 25 años, vive en el barrio San José, uno de los más humildes de Almirante Brown. Hace tres meses tuvo su sexto hijo y asiste a un consultorio de Planificación Familiar que depende del hospital Lucio Meléndez. “Cuando tuve los dos últimos chicos, me hablaron sobre el programa de Planificación y la posibilidad de poder evitar la llegada de un nuevo hijo. Pero a mí me cuesta mucho concurrir al consultorio porque no tengo con quién dejar a los chicos, además no siempre tengo los recursos para poder llegar al hospital”, comentó Analía con timidez.
La información que tuvo sobre anticonceptivos la recibió de familiares y amigos. La única vez que tomó pastillas fue cuando su suegra le recomendó las que ella tomaba y que debió interrumpir porque le provocaron trastornos estomacales.
Su pareja, Carlos, de 29, se muestra desinteresado de adquirir información sobre una procreación responsable, y cree que el tema es algo que tiene que solucionar su mujer sola. “Mi marido trabaja de vendedor ambulante y cuando aparece con 5 pesos los convierte en pan y leche. Sólo en algunas oportunidades podíamos comprar preservativos”, admitió la joven.
GRATUIDAD DEL SERVICIO
Uno de los problemas más frecuentes con los que se encuentran los médicos es la falta de información que tienen los pacientes. La doctora Jimena Ponce De León, que se desempeña en el consultorio de Planificación Familiar del Hospital Interzonal de Agudos Doctor Lucio Meléndez, comentó que el programa busca orientar a la gente a programar principalmente el nacimiento de sus hijos. Se les ofrece toda la gama de métodos anticonceptivos con los que el hospital cuenta, inclusive, a través de charlas informativas en las salas.
En el hospital Mi Pueblo, de Florencia Varela, se colocan alrededor de cien DIU por mes. Por esta razón se trató de descentralizar la tarea del hospital y permitir que también los centros primarios de salud puedan proveer a las pacientes los diferentes métodos.
Las edades en las que los adolescentes tiene su primer relación sexual cada vez es más baja y, según la ginecóloga Silvia González, las pacientes llegan cuando ya están embarazadas: “A veces parece que el trabajo no se nota, pero hay que seguir y poner foco en la educación sexual desde séptimo grado en adelante”, comentó.
Por su parte, Carlos Molina, médico del hospital materno infantil de San Francisco Solano, Quilmas, se mostró conforme con la Ley de Educación Sexual sancionada recientemente y la consideró como “un gran aporte” a la información: “Nosotros tenemos casos de chicas de 14 años con su segundo embarazo. El problema parte de lo socio-cultural, por es bueno que se oriente al chico desde la escuela primaria”, aseguró.

PF-LS-AFD

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