A 20 años de un histórico ascenso

El 28 de julio de 1990, Lanús subía a la Primera División del fútbol argentino tras imponerse por penales ante Quilmes. De la mano de un joven entrenador como Miguel Ángel Russo, el “Granate” accedió a la máxima categoría, luego de un doloroso peregrinar de 13 años por las categorías del ascenso. Se trató de una jornada en la cual el club sentó las bases del promisorio presente que hoy disfruta.

Matías Quercia

Si el crecimiento de un club se midiese en resultados, Lanús podría destacar que los logros obtenidos en los últimos años, especialmente el título del Torneo Apertura ‘07 primero en su historia en la máxima categoría, sería lo más importante de la institución granate. Pero para llegar a eso, primero hubo que desandar un camino con grandes obstáculos.

Y ese trayecto, que hoy parece ser un modelo para los demás equipos del fútbol argentino, tuvo un punto de inflexión hace 20 años, cuando el elenco dirigido por Miguel Ángel Russo logró el ascenso a Primera División, al vencer a Quilmes, en una final que se mantiene en el recuerdo, pues marcó un antes y después en el crecimiento del club.

El entrenador que dirigió esa hazaña recién daba sus primeros pasos como DT. Y tomó las riendas de un Lanús que se desarmaba entre frustraciones deportivas y problemas económicos. Un ejemplo basta: antes de iniciar la temporada 1989-90, el conjunto del Sur del Conurbano bonaerense contaba con apenas siete jugadores profesionales en el plantel y unas divisiones inferiores en crisis.

Un panorama que en la actualidad resulta lejano y extraño para un equipo que cimienta sus logros a partir de la gran cantidad de juveniles que promueve desde su cantera, convirtiéndose muchos de ellos en figuras de exportación al fútbol europeo, cada vez con mayor preponderancia.

El recuerdo del conductor
“Cuando agarré, mis amigos me dijeron que estaba loco, pero a mí ese hierro caliente no me quemó. Simplemente presenté un plan y un proyecto y los directivos de Lanús me dieron su aprobación”, había dicho el entrenador poco tiempo después.

Russo, que hoy dirige a Racing y se muestra como uno de los mayores candidatos para reemplazar a Diego Maradona en la Selección, recuerda aquellos años en los que “todo se hacía cuesta arriba” y recordó que el “fundamento que permitió el ascenso de Lanús fue la unión que mantuvo el equipo a lo largo del campeonato”.

“Fueron años difíciles. El equipo venía de una frustración muy grande la temporada anterior y había pasado mucho tiempo de la última vez que jugó en Primera. En un comienzo era todo negro. Cuando arrancamos la pretemporada se presentaron apenas siete futbolistas. Agarré el hierro caliente y salió bien”, analizó, en diálogo con* AUNO*.

De la decepción a la gloria
Lanús se mimetizó con la época que vivía el país. Una realidad signada por la hiperinflación de fines de la década del ‘80 y el alza interminable de los precios que mostraban en las estadísticas números desorbitados, con el consecuente desplome en el valor de la moneda.

Y ese 1989 alcanzó una de las mayores desilusiones del elenco de la Zona Sur del GBA, cuando un equipo que llegó a sacar ocho puntos de ventaja a sus perseguidores durante el campeonato, tambaleó en las últimas fechas, cayó ante Chaco For Ever (1-0) en Resistencia y dejó escapar la chance del ascenso.

El local era escolta del “Granate”, que un punto encima, le bastaba con un empate para coronarse campeón. Pero el tiro libre en el final por parte del uruguayo Gilmar Villagrán se estrelló en el travesaño y la derrota determinó el ascenso de los chaqueños. La estrepitosa caída no le permitió a Lanús derribar el muro que lo separaba de la Primera División.

La revancha tardó un año. El 28 de julio de 1990, ya no era candidato y las estadísticas no lo ayudaban, pero le alcanzó para clasificar al Torneo Reducido que definiría el segundo ascenso, para acompañar así al Huracán de Carlos Babington a la máxima categoría.

“El camino fue complejo y con muchos problemas. Teníamos un plantel con muchas ganas. Con jóvenes que mostraban el hambre de gloria necesario y se pudo encontrar los resultados que esperábamos”, apuntó el DT.

Y siguió:“Había algunos baluartes que supieron llevar las riendas de un equipo que no se cayó en las difíciles y logró un ascenso más que esperado después de estar 13 años en las categorías de ascenso. Ese fue un puntapié inicial de lo que Lanús disfruta hoy”.

Y el Lanús de la actualidad, que pelea campeonatos y copas internacionales, mucho a aquel que vivió en la cancha de Quilmes una jornada triunfal.

La campaña, de menor a mayor
La temporada no fue como el año anterior. El quinto lugar en la tabla de posiciones, producto de los 47 puntos obtenidos (16 victorias, 15 empates y 11 derrotas) le dieron el acceso al dodecagonal final y allí, el grana sí mostró su juego.

Luego de una segunda parte de la temporada en plena remontada, la clasificación al reducido fue un logró que daría grandes satisfacciones, pero como sintetizó el DT: “Recorrimos un camino lleno de espinas para conseguir una enorme alegría”.

La figura de Villagrán fue fundamental, gracias a los goles que señaló en los cruces de ida y vuelta. Pasó un ajustado triunfo ante Laferrere en octavos. Le siguió una amplia goleada frente a Atlético Rafaela, en la cual se destacó un defensor que comenzaba a hacer baluarte: Gabriel Schurrer.

Hoy entrenador de la reserva grana, el “Chucho” señaló que aquellos días fueron de una “emoción enorme, ya que después de la decepción del año anterior no se podía escapar el ascenso”.

Las semifinales llevaron a Lanús hacia Córdoba, donde se topó con una derrota (0-1) frente a Belgrano, y volvió con la necesidad de dar vuelta el resultado en Guidi y Arias. Villagrán se puso una vez más el equipo y la victoria (3-1) le dio al “Granate” el pase a la final ante el máximo candidato.

Quilmes estaba enfrente, y luego de un triunfo 2-1 en casa con dos goles de Fabián Mainardi –que por una lesión no pudo jugar el partido de vuelta- la definición se daría en la vieja cancha del “Cervecero”.

La derrota por la mínima diferencia llevó la final a los penales y allí apareció la figura del arquero Alcides Herrera. El triunfo desde los 12 pasos dejó dos hitos: Villagrán con su gol alcanzó los 100 tantos con la camiseta granate. Pero el recuerdo mayor es el ascenso luego de 13 años, que devolvió a Lanús a la máxima categoría del fútbol argentino.

En 1977, Lanús bajó a la Primera B tras perder en una en una polémica definición por penales con Platense. El elenco del Sur del Gran Buenos Aires se sumergió en una de sus mayores crisis institucionales, al punto de caer hasta la tercera categoría del fútbol argentino, un año después. 13 años después, la vuelta a Primera se produjo en la dramática instancia de los doce pasos.

“El mérito del grupo fueron la humildad y el trabajo. Este equipo venía de un duro golpe con el torneo que tuvo al alcance de la mano y lo perdió. Sin embargo el entrenador agarró un conjunto con mucho trabajo, sacrificio y humildad”, aseguró Schurrer.

Y continuó: “Llevó su tiempo porque no arrancamos bien, pero a medida que pasaban los partidos fuimos tomando confianza y subimos a Primera. Recuerdo ese ascenso como una de las alegrías más importante de mi carrera”.

Luego de ese ascenso, Lanús volvió a descender pero le renovó la confianza al entrenador. Y así volvió a subir a Primera donde se mantiene desde entonces.

Dos subcampeonatos, el título del Apertura 07’; la Copa Conmebol en 1996, además de meterse en los torneos continentales de forma permanente con base en sus inferiores. Por los resultados, 20 años en los que no para de crecer…

AUNO-28-07-10
MRQ-LDC

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