Lomas de Zamora, enero 29 (AUNO).-Colocar pararrayos en las playas, como propuso recientemente el gobierno bonaerense, obligaría a inhabilitar para el uso público un área de casi ocho mil metros cuadrados en torno del equipo instalado, ya que las personas ubicadas en esa zona estarían en riesgo ante una descarga eléctrica. Así lo advirtió el Instituto nacional de Tecnología Industrial (INTI) a través del especialista del Laboratorio de Alta Tensión de ese organismo, el físico Mario Pecorelli.
El INTI dio a conocer su posición días después de que el Ministerio de Trabajo bonaerense ordenara a todos los balnearios de la Costa Atlántica la instalación de pararrayos, como manera de prevenir accidentes fatales como el ocurrido el 9 de enero en Villa Gesell, que le costó la vida a cuatro jóvenes.
Según el INTI, como el área de cobertura de cada pararrayos, “en el mejor de los casos es de 100 metros, habría que instalar cientos de pararrayos a lo largo de toda la costa, uno cada 200 metros”, para tener una cobertura total. “Esto, además de ser inviable, obligaría a realizar una evaluación de impacto ambiental en relación con la modificación del paisaje”, expresó el organismo.
Además, Pecorelli sumo a ese otro inconveniente aún mayor. “Cuando en una tormenta un rayo es captado por un pararrayos, la corriente ingresa a la tierra y se dispersa por ella, estableciendo indefectiblemente una diferencia de potencial eléctrico en el suelo, en la proximidad del pararrayos, que puede ascender a varias decenas de miles de voltios –explicó-. Si el pararrayos estuviera ubicado en la playa, la tensión aparecería entre los pies de cualquier persona que se encontrara cerca, poniendo en riesgo su vida”.
Según Pecorelli, para evitar este peligro habría que instalar alrededor de la puesta a tierra de cada pararrayos que se coloque en la costa, una especie de “cerco de seguridad” que tenga un radio del orden de los 50 metros, lo que representa una superficie de 7850 metros cuadrados. “Este cerco, lógicamente, obligaría a la gente a mantenerse alejada del pararrayos a más de 50 metros. Se calcula que a partir de esa distancia, las diferencias de potencial eléctrico resultan inocuas”, afirmó Pecorelli.
La necesidad de incorporar estos cercos no solo afectarían al paisaje, sino que ocasionarían la pérdida de espacio aprovechable en la playa y la consiguiente aglomeración de personas en un espacio más reducidos, generando “gran incomodidad en las personas que acuden a los balnearios y desnaturalizando el objetivo principal, que es disfrutar del mar y su entorno.
Podría pensarse que en pos de la seguridad sería justificable este sacrificio y otros, pero para los especialistas de INTI existe una medida mucho más sencilla y económica: “La mejor forma de protegerse de una posible descarga eléctrica es tener previamente acceso al informe del pronóstico meteorológico, evitando la playa cuando se anuncian tormentas eléctricas”, argumenta Pecorelli. O bien, si no se tiene acceso a esa información, “retirarse en forma inmediata de la playa en cuanto se observa el primer resplandor en el cielo indicando la inminencia de una tormenta eléctrica”.
“Resulta fundamental poner énfasis en la necesidad de concientizar a las personas acerca de esta forma de protección ante este fenómeno natural que acaba con la vida de decenas de argentinos por año, y que tiende a agravarse en un futuro próximo debido al cambio climático”, concluyó el especialista.
Por lo pronto, el municipio de General Pueyrredón, cuya cabecera es Mar del Plata, anunció la puesta en vigencia de una quinta bandera señaladora de las condiciones del mar, que se izará en momento en que se aproxima una tormenta eléctrica como indicación para los bañistas de que deben retirarse de la playa. Esta bandera es de color negro con un dibujo de un rayo en blanco.
Por su parte, el titular del Organismo para el Desarrollo Sostenible de la provincia, Hugo Bilbao, convocó a especialistas en el tema y al ministro de Trabajo, Oscar Cuartango, para analizar medidas a adoptar, en lo que se presume es un intento por retrotraer la medida adoptada por la provincia.
AUNO 29-01-14 EV